Honduras

FOTOS: Iglesia Los Dolores, ícono de la historia

De marcado estilo Barroco provinciano, es considerado uno
de los templos más emblemáticos.

FOTOGALERÍA
07.04.2014

Entre las joyas patrimoniales de carácter religioso que atesora la antañona Real de Minas, hay un templo que se destaca por su singular, majestuosa y señorial belleza.

De misteriosa atracción, quien pasa frente a atrio detiene su caminar para admirarla aunque sea por breves segundos. Solo en su fachada se encuentran infinidad de detalles en molduras policromas, vistosas decoraciones donde destacan los colores verde y amarillo, frutas, flores, símbolos indígenas como el sol y la luna, que la hacen única y de imponderable valor.

Es la iglesia de Nuestra Señora de Los Dolores, un ícocono de la historia religiosa y cultural de Tegucigalpa.

Joya emblemática

De acuerdo al antropólogo e historiador Rubén Dario Paz, la iglesia se construyó en la tercera década del Siglo XVIII con fondos de una cofradía llamada Nuestra Señora de Los Dolores.

“Resulta significativo el hecho que las clases sociales menos privilegiadas de la organización colonial fueron quienes finalmente participaron en la edificación de este templo, unos aportando capitales y otros mano de obra; a los negros se sumaron mulatos y pardos, que incluso estos últimos, que eran tantos, hasta aparecen en la inscripción que señala “los pardos del barrio abajo edificaron este templo 1732”, explicó

En cuanto a su estilo, en esta valiosa joya sobresale el Barroco provinciano, cuya característica aparte de generar movimientos, aporta dinamismo y esto hace que sea una de las iglesias más emblemáticas no solo de la capital, sino del país. “Cuando hablamos del Barroco provinciano nos referimos al estilo impresionante que nos genera movimiento, dinamismo, elementos totalmente cargados que hacen llamar la atención”, expresó

Además este templo está ligado y asociado con las actividades comerciales de antaño que se desarrollaban en la capital.

Paz señaló que a La Plaza de Los Dolores llegaban personas y un alto porcentaje de camiones repletos de productos procedentes del interior de Honduras.

“Con frecuencia uno encuentra fotografías antiguas, donde aparecen escenas de la vida cotidiana que se desarrollaba en Tegucigalpa, con los mismos ciudadanos y gente que llegaba del interior del país y de fondo aparece la iglesia de Los Dolores”, manifestó el profesional. En el interior de esta iglesia, sencillamente se aprecian varios retablos con detalles refinados y de exquisitez artística, sobre todo los que realizó el ensamblador y pintor Blas de Mesa, dedicado a San José. A ello se le agrega una serie de pinturas anónimas de la época colonial, imágenes de cuerpo entero y santos de vestir, que por su calidad y significado histórico no se repiten y son únicas en el país.

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