Y es que en la Villa de San Antonio se produce arroz, frutas, vegetales, cría de peces, reproducción de ganado y derivados de la leche. Además cuenta con un laberinto formado por 2,986 árboles de ciprés, el atractivo más reciente de la zona.
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“En 2017 establecimos uno de los pilares para hacer crecer la economía y era apostarle al turismo, y como somos productores de plátano, arroz, tilapia, ganado, frutas y hay mucha gente que desea tener ese acercamiento con el campo y saber cómo se produce, entonces decidimos trazar una ruta agroturística”, expresó el alcalde Néstor Mendoza.
La ruta agroturística incluye pasar por la carretera vieja que conducía hacia la capital y detenerse por un puente antiguo hecho de cemento, piedra y ladrillo.
Luego se llega al Rancho Sofía, donde se puede conocer el proceso de ordeño tradicional y mecanizado para sacar la leche de las vacas, además de poder tomarse una taza de café en el restaurante o en un pequeño muelle en medio de una laguna.
“El cliente viene, se toma su café, pueden sacar la leche de la vaca y tomárselo. Los niños pueden montar a caballo, bicicleta, pueden hacer camping... Estamos incorporando el senderismo hasta llegar al sitio arqueológico Tenampúa”, expresó Kennin Rodríguez, dueño del Rancho Sofía, ubicado en la aldea de Flores.
Nuevo atractivo
A unos pocos metros del rancho hay más de 30 lagunas donde se crían peces y a la par está el hermoso laberinto de cipreses, en una extensión de una manzana de tierra.
Actualmente se hacen varias cabañas para que le gente pueda quedarse a dormir dentro del laberinto.
El municipio también ofrece una hermosa plaza central, una fuente de agua y pinturas en tercera dimensión en su centro urbano.
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