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Kate Winslet, una dama dentro y fuera del cine

La artista siete veces nominada al premio Oscar nos revela sus experiencias en el nuevo drama que protagoniza al lado del actor Josh Brolin.

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08.12.2013

Mientras tantas actrices de Hollywood hacen lo imposible por verse más hermosas en el cine, Kate Winslet es todo lo contrario. Parece que hiciera un esfuerzo por verse tan desarreglada en sus películas, comparando con lo hermosa que es personalmente.

Y mientras algunas estrellas hubieran aprovechado la mejor excusa para evitar una entrevista, ni siquiera con un avanzado embarazo se negó a recibirnos, inventándonos incluso a ir con ella, al estreno mundial de la nueva película Labor Day, en el Festival Internacional de Cine de Toronto.

Gracias por la invitación al estreno de Labor Day, además de la molestia de ceder una entrevista en estas condiciones. ¿Cómo va el embarazo?

Me siento muy bien, gracias por preguntar. Es realmente un placer y un privilegio que incluso me permitan subir a un avión para venir a hablar de mi trabajo. Es un orgullo. Es lo máximo que puedo hacer.

Somos testigos que personalmente o en la alfombra roja es mucho más hermosa que en el cine y siempre la vemos perfectamente arreglada, en comparación con ciertos personajes que interpreta en una pantalla. ¿El cambio es intencional? ¿Cómo logra el balance del glamour entre la ficción del cine y la realidad de Hollywood?

No es algo para nada consciente. Para ser honesta, siento que tengo que actuar mucho más cuando llega la hora de caminar por una alfombra roja, que en el momento en que soy un personaje con la cara completamente sudada. De verdad.

Probablemente tengo que planear mucho más en el traje de una alfombra roja que en el vestuario de mi personaje de Adele cuando baja por la escalera en la película Labor Day. Son roles tan diferentes... La única forma de encontrar el balance es disfrutarlos por igual.

¿Es necesario prepararse siempre para un nuevo rol? ¿Alguna vez empezó una película sin ningún entrenamiento o sin las típicas investigaciones que los actores de Hollywood siempre buscan antes de empezar un rodaje?

A mí me gusta estar siempre preparada para una película. Me sentiría pésima, como si nunca antes hubiese trabajado en cine, si llega al primer día sin ningún tipo de preparación.

Me acuerdo que unas semanas antes de empezar con Labor Day, a lo mejor un mes antes, el director me había dicho que descansara, él no quería que me preparara para nada.

Pensé que estaba drogado (Risas). Yo siento que tengo que prepararme aunque después tire todo por la ventana. Hay que pensar en todo, sin buscar formas tontas de caminar, ni tratar de ser divertida con algún movimiento de manos o cosas así.

Yo me guardo las ideas en un bolsillo, sin la necesidad de entrometerme con el director.

Desde que nació el 5 de octubre de 1975, en Inglaterra, Kate Winslet heredó el amor al teatro de sus padres actores, Sally y Roger.

Hasta sus abuelos maternos Linda y Oliver Bridges habían sido parte del mismo mundo del espectáculo, dirigiendo el Teatro Reading Repertory.

Con semejante familia, Kate apenas tenía 11 años cuando tuvo su primera actuación en un aviso de publicidad sobre los cereales infantiles Honey Monster.

También había hecho teatro y algo de televisión, hasta que en 1995, con apenas 18 años, fue nominada al Oscar como Mejor actriz de reparto por la película Sense and Sensibility.

Con suficiente prestigio, James Cameron no dudó en elegirla para el personaje Rose DeWitt de la famosa película Titanic, recibiendo en el camino una segunda nominación al Oscar.

Como si fuera tan fácil, volvió a ser nominada en el 2002 por la película Iris, en el 2005 por Eternal Sunshine of the Spotless Mind, en el 2007 con Little Children y finalmente ganó el Oscar en el 2009, con la sexta nominación como Mejor actriz por la película The Reader.

Ese mismo año pudo haber recibido una séptima nominación por la película Revolutionary Road, pero la Academia prohíbe que un actor sea nominado por dos películas en la misma categoría.

Y mientras ya la seleccionaron para grabar su nombre en una estrella del Paseo de la Fama de Hollywood, no faltará mucho tiempo para verla una vez más en la gloriosa ceremonia del Oscar.

¿Piensa que hay que sufrir en la vida real para mejorar como artista?


Los actores tenemos suerte de vivir dentro de comportamientos ficticios y me parece fascinante. Es algo que nunca se puede descifrar por completo.

Es como la fotografía, jamás se puede aprender todo. Sí, actuamos, pero también nos enamoramos de nuestros personajes. Nos gusta muchísimo lo que hacemos.

¿Qué momento de su vida diría que fue el más difícil a nivel personal o profesional?


No creo que sea posible definir el momento más difícil de mi vida. Todo es una gigante montaña rusa. Hay decisiones en todos los momentos de la vida. Y supongo que es la gran razón por la cual los actores hacemos lo que hacemos.

Puedo actuar en el peor drama, viviendo como un personaje pero cuando vuelvo a casa, siento que estoy de vacaciones. Es algo muy extraño. La vida es demasiada extraña. Todos tratamos de descifrarla.

¿El hecho de ser madre y estar ahora embarazada cambia en algo la perspectiva de representar una madre soltera en el cine?


Yo tengo muchísima admiración por las madres en general, aunque sean solteras o no. Y por los padres también, porque tener un hijo transforma tu vida por completo.

Por supuesto, los hijos son absolutamente todo para cualquier madre. Y me siento muy afortunada porque al hacer esta película descubrí lo que significa ser madre de un hijo mucho más grande que los míos.

Mi hija Mía ya tiene 12 años y mi hijo Joe tiene 9. Ahora tengo una buena idea de lo que puedo esperar dentro de un par de años.

¿Qué tan difícil fue ver embarazada... las escenas más dramáticas del embarazo que pierde en la película Labor Day?


Yo ya había actuado como embarazada antes, así que tampoco era algo completamente nuevo, pero emocionalmente fueron escenas muy difíciles de hacer. Y justamente, traté de no ver la película, porque sería muy extraño ver semejantes escenas, ahora que estoy embarazada.

Fue una película muy difícil, pero es por eso que hago este trabajo tan ridículo.

La película Labor Day sigue la historia de Kate Winslet como una madre soltera que cría a su hijo sin las esperanzas de tener a un hombre a su lado, hasta que se cruza en su vida el hombre soñado de cualquier mujer: alguien que le cocina, limpia y la atiende especialmente a ella.

El único problema es que ese mismo hombre (Josh Brolin) es un asesino que se escapó de la cárcel y se queda con ella... para esconderse de la policía.

Con un estilo de cine diferente en manos del director Jason Reitman y las mejores actuaciones, promete llevarla una vez más, al Oscar.

¿Qué significaría recibir una séptima nominación al Oscar?


Voy a tratar de evitar la pregunta porque no sé cómo contestar (risas). Pero ciertamente he tenido una increíble suerte en mi vida, habiendo trabajado con actores fantásticos y directores que tuvieron tanta importancia en aquellas veces que estuve nominada (al Oscar), sin contar cuando incluso gané.

Siento que he vivido triunfos maravillosos y tuve la fortuna de poder compartir buenos momentos. Simplemente tuve suerte. Es lo único que puedo decir honestamente.

¿Pero no cree que un personaje así merece semejante reconocimiento?


Fue un verdadero desafío interpretar el personaje de Adele porque aunque se la ve muy frágil, tiene muchísimas cicatrices del pasado y como madre se la ve muy fuerte. Es lo que tanto admiro. Es una persona que logra mantenerse de pie ante la adversidad sin tomar Prozac ni gin a las tres de la tarde. No es esa clase de persona.

Su hijo es una buena persona, precisamente por ella, por su gran corazón y la capacidad de amar y ser apasionada, aunque se haya olvidado de semejante capacidad. Es algo que descubre cuando conoce el personaje de Josh (Brolin).

Yo la admiro muchísimo y de verdad, fue un personaje extremadamente complejo, para mí.

¿Se identifica en algo con semejante personaje?


Es siempre difícil buscar algo específico en que los actores nos sentimos identificados. De hecho, me cuesta hablar del proceso de la actuación porque me parece que la gente tiene un poco apagado los fusibles que usan para prestar atención cuando un actor habla de la preparación de un personaje.


Pero es algo que nos encanta. Y lo que más me identifico con mi personaje de Adele son sus convicciones como madre, por supuesto, pero también su habilidad de amar y ser amada.

Para mí, la película demuestra como en la realidad nos olvidamos de las cosas más simples, como tomar a alguien de la mano. Hoy, si salimos en una cita, queremos que todo pase en seguida, rápido. No es así, en la película.

Un solo toque de la mano es una de las más fantásticas vacaciones. Lo consigue todo, muy lentamente, con la mayor ternura. Fue una experiencia muy especial.

¿En la realidad cocina tan bien como en el cine?

Yo pensaba que era buena, hasta que Josh Brolin se volvió un poco obsesivo con los pasteles. Se levantaba a las cuatro de la mañana y venía a trabajar con una caja diciendo: “Les cociné un pastel, como en la película”.

Al principio, yo no podía creer que lo había hecho para mí. Pero cinco semanas después, seguía cocinando más pasteles. Ya no sabía dónde meterlos (risas).

Se metió demasiado en el personaje y nos la pasamos comiendo pasteles durante nueve semanas, todos, hasta los maquilladores (le cuesta parar de reír).

¿Digamos que no le resultó difícil construir la historia de amor con Josh Brolin?


Realmente fue muy, pero muy difícil (ríe). No es para nada difícil enamorarte de este maravilloso hombre. No da nada de miedo, es muy gracioso.

¿Y es cierto que a usted la esperaron especialmente para filmar la película Labor Day?


Tuve suerte de que Jason (Reitman), el director, me esperara. Mucha suerte. Nunca me pasó antes (Risas) Y cuando Jason me trajo el guión, Josh Brolin ya estaba confirmado para el personaje de Frank. Todo tenía un aroma demasiado dulce, todo el paquete brillaba. Hubiera sido una locura rechazarlo.