En verano su cuerpo necesita estar más hidratado, en vista que pasa más tiempo en las playas, piscinas y balnearios, en donde la exposición a las altas temperaturas es mayor.
Por ello, Superguía Salud consultó con la especialista en nutrición Ileana Aguilera, para presentarle las consecuencias de la deshidratación en la salud. 'Poco se piensa en tomar agua en esta época veraniega y cuando sentimos la necesidad de tomarla nos dirigimos a consumir las gaseosas.
Sin embargo, la pérdida de agua lleva a un agotamiento general y puede llegar a ocasionar la muerte', precisó la nutricionista.
Según la especialista, el porcentaje de agua ideal corresponde del 50 al 60% del total de nuestro cuerpo, por lo que existen diferentes grados de deshidratación, sin embargo, hay varios síntomas que, a criterio de la experta, es necesario que usted conozca.
Síntomas
- Disminución del rendimiento físico y mental.
- Fatiga, cansancio y mareos.
- Falta de concentración, sobre todo de los niños en las escuelas o de personas que realizan una gran actividad mental.
- Enrojecimiento, sequedad y descamación de la piel.
- Resequedad en la boca, labios y lengua.
- Calambres y hormigueos en piernas y pies, brazos y manos.
- Aumento de la frecuencia cardiaca y de la temperatura corporal.
- Dolor de cabeza.
- Falta de aliento y dificultad para respirar y hacer ejercicio.
- Cambios de carácter con tendencia al mal humor y la apatía.
- Dolor de 'caballo', que se manifiesta en la región del hígado y los riñones.
- Incapacidad para orinar y eliminar las sustancias tóxicas del organismo.
'Todo esto puede llevar a la personas a un golpe de calor, que es un cuadro clínico con signos como sordera, lengua hinchada, visión oscurecida y pérdida del conocimiento, que puede llevarnos incluso a la muerte', precisó Aguilera.
Medidas.
Con el verano y el calor en aumento es lógico que haya un mayor riesgo de deshidratación. Aunque le puede pasar a cualquier persona, los que están más propensos a padecerla son los ancianos, deportistas, embarazadas, niños, enfermos crónicos y trabajadores al aire libre.
Para evitarlo debe:
- Beber de dos a tres litros de líquido al día de manera continua y en pequeñas cantidades.
- Llevar siempre a mano una botella de bebida que nos recuerde la necesidad de beber.
- No confiar únicamente en la sensación de sed, ya que suele aparecer cuando existe cierta deshidratación.
- Ingerir alimentos ricos en agua (frutas, verduras y hortalizas).
- Evitar el consumo de bebidas alcohólicas, pues tienen efecto diurético.
- Aumente el consumo de líquidos y manténgase en un ambiente fresco y ventilado.
- Vigile la adecuada ingesta de líquido en personas más vulnerables a la deshidratación.
Tome en cuenta
Ingesta diaria.
De acuerdo con la especialista, usted puede evitar deshidratarse si consume al menos ocho vasos de agua diarios.