Tips de temporada
¿Quién en la vida no ha criticado a alguna persona? Es seguro que nadie queda libre de esta acción.
Lamentablemente algunas personas adoptan y hacen parte de su vida el mal hábito de criticar, y creen que realmente están ayudando a otros con sus malos comentarios.
Desde luego, existe lo que se llama la crítica constructiva, que se da con el objetivo de que la otra persona crezca, sin embargo, tanto la crítica destructiva como la constructiva pueden tener efectos devastadores en el clima laboral.
“La crítica destructiva o negativa es aquella que no tiene por objeto el crecimiento de la otra persona, sino llenar el ego del criticón. Es un hábito sumamente dañino porque enferma el corazón de quien la hace y desde luego afecta a quien la recibe”, manifestó la coach y conferencista Jessica Calderón, quien agregó que “de la abundancia del corazón habla la boca”; esto significa que el criticón, aunque crea que está haciendo algún bien, a quien está afectando directamente es a sí mismo.
Tendemos a ser un reflejo de nuestros pensamientos y el criticón, por ende, vive pensando que aquellos que lo rodean son iguales que él. Esto tiene un efecto muy limitante en las personas criticonas, porque las detiene de realizar proyectos y arriesgarse a hacer cosas nuevas por miedo a ser víctimas de otros criticones.
No se puede crecer y desempeñarse óptimamente en un ambiente donde continuamente se señalan los errores y defectos.
Cuanto menos seguro esté internamente, más vulnerable será a la crítica. Si usted está seguro de sus habilidades, capacidades o de cómo es, una crítica tiene pocas posibilidades de causarle daño; de lo contrario, tendrá pánico a la crítica y la vivirá como una verdadera agresión.
¿Cómo enfrentar la crítica?
Muchas personas, para sentirse vivas y poderosas, necesitan ir por la vida agrediendo a los demás. La crítica es una forma de agresión y lo peor que se puede hacer es entrar en el juego.
La crítica es una realidad habitual y no puede gastar su energía en combatirla ni en defenderse de ella, pues se convertiría en una guerra de desgaste.
Debe aprender a estar por encima de la crítica. Esto es posible si la maneja desde cuatro frentes:
1. Desde los sentimientos.
2. Desde la razón.
3. Desde la experiencia.
4. Desde el lenguaje.
Definitivamente, tome en cuenta que es conveniente analizar la crítica desde el punto de vista personal, desde el punto de vista del crítico y como observador imparcial.
Si trata de justificar sus errores, todo el mundo se sentirá con derecho a criticarlo, pero si los acepta con humildad todos se sentirán inclinados a comprenderlo y disculparlo.
Si la crítica es ofensiva y atenta contra su reputación, debe afrontarla y aclarar la situación, siempre con altura y dignidad.
No hay que olvidar que hay casos en que la crítica se convierte en rumor que va y viene. Los rumores no pueden combatirse, porque son como fantasmas, están en todas partes, pero nadie puede ubicarlos.
El único remedio contra los rumores es el éxito.
“Debe comprender que en la vida real, aunque nos preparemos, siempre se dan los errores, los fracasos o situaciones que no salen como esperábamos, además debemos comprender que la crítica puede ser un muy mal hábito”, finalizó la experta.
Condiciones de la crítica constructiva
Es importante analizar la crítica constructiva, porque quien tiene la costumbre de hacer este tipo de críticas realmente cree que está haciendo un bien y no siempre es el caso, conozca las condiciones.
- La primera de ellas es haber recibido el permiso de la persona a quien se desea criticar. “Hacer una crítica sin el permiso de la otra persona es desconsiderado y no será bien recibido”, detalló Calderón.
- Debe ser una crítica completamente desinteresada y muy objetiva; debe quedar completamente claro que se está haciendo un análisis de una situación y no juzgando a una persona.
- La crítica siempre debe comenzar resaltando lo positivo, después señalando los puntos a mejorar y finalmente terminar con un reforzamiento positivo.
