Entre las posibles razones para el rechazo de la emisión de la película de Disney figura que en China solo permiten transmitir 34 películas extranjeras cada año.
La otra explicación podría originarse después de las comparaciones desfavorables entre el oso y el presidente chino Xi Jinping.
Otra comparación entre Xi y Winnie ocurrió en 2015 durante un desfile militar: ahí una imagen del osito en un vehículo de juguete se comparó con el mandatario chino. La foto se convirtió en la más censurada del año.
Todo parece indicar que el personaje infantil no agrada a las autoridades chinas, que llevan censurándolo durante varios años sin dar una explicación al respecto.