Tres jovencitas estudiantes de primaria entre las edades de 12 y 14 años fingieron su secuestro para evitar el castigo de sus padres por no llegar a casa.
Las niñas fueron reportadas como desaparecidas el 14 de julio, ante las autoridades mexicanas.
Según sus familiares, las pequeñas se ausentaron después de asistir a la fiesta de graduación de una de ellas, quien había concluido sus clases, pero después de la festividad ninguna regresó a sus hogares.
Los investigadores acudieron a la primaria de las víctimas en la colonia Morelos, en donde confirmaron que las tres menores habían ido a la ceremonia de graduación para después trasladarse a una fiesta del Fraccionamiento “La Terraza“; de ahí, partieron a la colonia Emiliano Zapata.
Ese mismo día, los agentes recibieron una llamada telefónica de los padres de familia, quienes informaron que las tres niñas ya habían aparecido, por lo que fueron trasladadas a la Fiscalía de Delitos Sexuales e Intrafamiliares, en donde las menores declararon que tres sujetos las habían secuestrado y llevado a su casa, sin ubicar el domicilio, donde las habían drogado y habían perdido el conocimiento sin saber que más había pasado.
En su declaración, una de las presuntas víctimas señaló que los hechos habrían ocurrido frente al domicilio de una de sus tías, por lo que los agentes cuestionaron a la niña por qué no había denunciado los hechos a su familiar y en ese momento las menores cayeron en contradicciones.
Las supuestas víctimas confesaron que no habían sido privadas de la libertad y que al salir de la fiesta de graduación se fueron a la casa de otra de las niñas graduadas para después irse con unos amigos al fraccionamiento “La Terraza”, en donde estuvieron tomando bebidas embriagantes y dos de ellas sostuvieron relaciones sexuales con uno de sus amigos, pasaron la noche con ellos y hasta el día siguiente planearon inventar que habían sido privadas de la libertad para evitar el regaño de sus padres.