La salud de centenares de personas se vio afectada ante el mal estado del Centro de Salud de la Sagrada Familia en la colonia Alemania, y Odilon Renderos, en Villa Adela.
Los empleados de ambos cesamos se tomaron las calles principales de ambas comunidades para enviar un grito de auxilio a las autoridades de la Secretaría de Salud por la situación caótica de ambos centros asistenciales. El personal médico y de enfermería asegura que la infraestructura en el centro de salud de Villa Adela es insostenible.
A diario su jornada de trabajo se ve paralizada porque deben sacar el agua que inunda las clínicas tras cada tormenta.
En las instalaciones del centro del cesamo Sagrada Familia de la colonia Alemania la situación de los contratos sin renovar no se ha resuelto desde el pasado mes de septiembre. Estos conflictos sin resolver son el detonante de constantes huelgas que afectan a los miles de ciudadanos que dependen de sus servicios para recuperar su salud.
Cada centro asistencial atiende una población de 450 a 500 pacientes a diario y brindan asistencia médica directa a más de 40 comunidades en total.
Las exigencias
Adrián Reyes, director del centro de Villa Adela, aseguró que las medidas de presión parecen ser el único llamado que sí atienden las autoridades de salud.
“Ya estamos cansados de falsas promesas queremos soluciones inmediatas”, aseveró.
Anteriormente, los empleados solicitaron reubicar las instalaciones al antiguo local del Crédito Prendario Popular, pero esta opción no fue aprobada por las autoridades de salud.
Por su parte, Harry Back, titular del Cesamo de la Alemán asegura que desde septiembre no tiene ningún tipo de respuestas por parte de las
Autoridades de Región Metropolitana para asegurar nuevas plazas de trabajo urgentes. “La atención médica peligra, son más de 20 colonias que se quedarían sin ser atendidos y es por eso que los vecinos de este sector se sumaron a las tomas para solventar de una vez por todas la situación”, dijo el galeno.
Según las autoridades de ambos instituciones, el no contar con la situación medica perjudica la atención a una población promedio de más de 10 mil capitalinos. Roberto Cubas, afectado, dijo que “yo tengo un hijo que tiene una cita con el médico, pero cómo va hacer si no hay médicos”. Cubas aseguró que continuará en la lucha hasta logra la contratación del personal.
