SAN PEDRO SULA, HONDURAS
Una condena que oscila entre los 20 y los 30 años tendrán que pagar siete cabecillas de la Mara Salvatrucha (MS-13) que el miércoles fueron declarados culpables por el Tribunal de Sentencia por el delito de asociación ilícita.
Para operar impunemente, estos malhechores mantenían en sus planillas de libros contables a varios policías que les permitían operar libremente.
Los jueces de la sala 5 declararon culpable a Alexander Mendoza, alias “Porkys”, como cabecilla a nivel nacional de la MS-13 y como segundo al mando a Jairo Anwar Orellana Recinos, alias “Sony”.
También la sentencia condenatoria como cabecillas fue para Jorge Alberto Velásquez Paz, Elvis Josué Mejía, Wilmer Antonio Valderramos Rodríguez, Ogliack Roberto Gemán Orellana y Ronald Alexander Gabarrete Canaán, y como miembro de la organización a Jorge Alberto Burgos Paredes.
Por insuficiencia probatoria fueron absueltos David Orlando Bonilla Alvarenga y Elmer José Dubón Belis.
El 8 de agosto a las 8:30 am se realizará la audiencia de individualización de la pena en la que la fiscalía solicitará de 20 a 30 años de prisión de acuerdo con el artículo 332 del Código Penal.
El fallo
En el fallo leído por la jueza presidenta afirmó que Alexander Montes, identificado como cabecilla de la MS-13 a nivel nacional, daba órdenes para la venta y distribución de drogas, lavado de activos, así como de los sobornos a policías de los cuales los nombres están en los libros contables decomisados a la estructura criminal.
Con escuchas telefónicas hechas entre el 17 de abril de 2015 y el 28 de febrero de 2016, que fueron presentadas como pruebas en el juicio, establecieron la participación de los cabecillas y miembros de la mara MS-13 en la planificación operaciones ilícitas.
En las conversaciones los jueces indicaron que se identificó cómo alias “Porkys” ordenaba asesinatos de fiscales, policías y rivales.
Además, coordinaba la distribución de las armas y recolección de dinero de extorsiones. En total fueron hechas 130 intervenciones telefónicas a los cabecillas y miembros de la MS-13 de una gran cantidad de chips de celulares, los cuales cambiaban de forma frecuente para evadir ser ubicados, identificados
e intervenidos
