Cortés, Honduras.– Como cualquier otro día, Jairo Erisoldo Cerrato salió a ganarse el pan de cada día, sin imaginar que sujetos armados llegarían hasta su lugar de trabajo para quitarle la vida.
El hecho ocurrió la tarde de este lunes en la colonia Villas del Campo, aledaña a Los Castaños, en el segundo anillo periférico de San Pedro Sula, al norte de Honduras. Cerrato fue atacado a balazos por desconocidos que llegaron hasta su negocio.
Jairo Erisoldo Cerrato Ramírez, de 48 años, era dueño y operario de una llantera donde fue acribillado. Su cuerpo quedó tendido al interior del establecimiento, entre herramientas y llantas.
Según el relato de testigos, sujetos armados llegaron repentinamente al lugar y, sin mediar palabra, abrieron fuego contra él. Cerrato murió de forma inmediata, mientras que los atacantes huyeron con rumbo desconocido.
Algunos testigos relataron que los principales sospechosos del crimen serían los mismos individuos que, aproximadamente un mes atrás, intentaron asaltarlo sin éxito. Desde entonces, Jairo habría quedado con temor.
El hombre era de tez trigueña y contextura robusta. El negocio, que estaba bien surtido y atendido por él mismo, fue acordonado por agentes de la Policía Nacional mientras se realizaban las investigaciones correspondientes.
Hasta el momento, las autoridades no han brindado información sobre los posibles responsables del crimen ni han confirmado si existe alguna conexión directa con el intento de asalto previo.