Llevas años despertando a lado de la misma persona: la pareja con la que decidiste compartir tu vida. Su relación es cercana, segura y comprometida, pero, ya no tienen sexo o éste es rutinario y monótono.
Sexólogas explican que, paradójicamente, mucho de lo que buscan los miembros de la pareja en las relaciones estables, como cercanía, seguridad y compromiso, entre otros elementos, en muchas ocasiones termina por apagar el deseo erótico.
“Todos compartimos una necesidad básica de seguridad, que nos conduce, en primer lugar hacia relaciones que impliquen un nivel de compromiso, pero tenemos una necesidad igualmente fuerte de aventura y emoción. Los elementos de cuidado y protección que fomentan el amor, a menudo bloquean la naturalidad que estimula el placer erótico. Para mantener el ardor de la pasión hacia el otro, debe existir un puente que cruzar. El erotismo requiere de cierta distancia”, explica Esther Perel, autora del libro “Inteligencia Erótica. Claves para Mantener la Pasión en la Pareja”.
Esta búsqueda de cercanía, seguridad y compromiso provoca que el deseo vaya perdiendo poder. “Hay tanta demanda de lo otro, que difícilmente se le puede poner atención a esto”, explica Karla Barrios, sexóloga.
“Una de las situaciones que vemos con más frecuencia en el espacio terapéutico es la inhibición del deseo, tanto en mujeres como en varones. La mitad acude por este problema. Esto se atribuye a toda la demanda que encuentran dentro de la relación de pareja”, aclara Berrios.
La falta de deseo también puede deberse a causas orgánicas, por lo que es fundamental acudir con un terapeuta sexual para identificar las razones y, a partir de ahí, recibir tratamiento.
Otros factores
Además de los factores antes mencionados, el trabajo o el cuidado de los hijos ocasionan que se le dé poco peso al deseo erótico, indica Barrios. “Una persona que trabaja todo el día para sortear los gastos, difícilmente llega a casa con ganas de hacer algo más”, comenta.
La energía se canaliza en la responsabilidad de ser mamá o papá. Se vuelca en situaciones rutinarias, convencionales y esperables, esto no le permite acceder al plano erótico, menciona.
Del amor al deseo
Las especialistas indican que quienes se encuentran en esta situación deben cultivar la inteligencia erótica, que consiste en ser capaces de reavivar el erotismo en la pareja y dejar de lado la rutina. “La inteligencia erótica consiste en crear cierta distancia entre la pareja para luego cobrar vida en cada espacio, en crear la distancia esencial para el deseo, en tener un espacio fisico que sólo me pertenece a mí, porque no todo hay que mostrarse”, asegura Perel.