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Papá super héroe,¡por siempre!

No importa si tus hijos son niños, adolescentes o adultos,
ninguno nació con manual, por eso la paternidad es un proceso de adaptación y aprendizaje que dura toda la vida

13.03.2014

No cabe duda que conforme pasan los años va cambiando la imagen del padre, los hijos van modificando la forma de interpretar sus decisiones o palabras.
Muchas veces de ser un héroe omnipotente o el mejor de los amigos, papá se transforma en un ogro incomprensivo. Después pasa a ocupar el lugar de hombre justo, modelo a seguir, y, por último, se convierte en el mejor de los recuerdos... Así es papá.

Mejores padres

La mejor forma de que padres e hijos tengan una buena relación es a través de una comunicación abierta, explica Susan Pick, doctora en psicología

“Estamos muy acostumbrados a educar en el miedo, en la amenaza, en la culpa, en la pena y eso nos lleva a tener niños reprimidos, mentirosos, temerosos”.

Así, para fortalecer los vínculos entre ambos, lo primero es evaluar qué tipo de relación se tiene, detectar los problemas y empezar a corregir los errores.



Actitudes que unen y alejan

¿Quién dice que un padre no es capaz de ser un “todólogo”?
Con la paternidad, quedan a un lado las preferencias personales, ahora hay que adquirir nuevos conocimientos que oscilan entre lo “in” y lo “out” de la moda, las canciones y artistas del momento y las series televisivas, así como el nombre de los súper campeones de fútbol, entre otras cosas.
Incluso, es necesario recurrir a ejercicios de memoria o suplementos alimenticios para recordar el nombre de los amigos, amigas, novios, “ex”, citas... Todo depende de la edad y personalidad del hijo, asegura Rita de Margolis, psicoterapeuta.

Para que la relación padre e hijo funcione, subraya, se requiere de la negociación. Ambos tienen que comprender las necesidades de cada uno y conocer sus expectativas. Los hijos no siempre tienen que ceder ante la personalidad dominante del padre, ni él tiene que complacerlos.

“Hay ocasiones en las que el padre dice que su o sus hijos tienen que ceder y adaptarse a él, porque ya está grande, no pretende cambiar, es su obligación llamarle por teléfono, buscarle. En cambio, hay papás que buscan otro tipo de relación y se preocupan por platicar con ellos, participar en sus actividades, platicar, estar presente en sus vidas. No se imponen. El resultado es que los hijos quieren estar con el papá porque lo aman y saben que es su aliado”, expresa.

Margolis, pone de ejemplo la opinión de su esposo que dice: “No hay que meterse mucho con los hijos, hay que estar presente y que ellos lo sepan, apoyarlos en todas las formas: espiritual, monetaria, educativa, cultural, pero nunca encima de ellos, darles su espacio y predicar con el ejemplo. Todo debe ser con respeto”.
Sé el héroe que tus hijos necesitan, ¿por cuánto tiempo? depende de ti!

A celebrar


¿Por qué no tomar como pretexto este 19 de marzo, para mejorar la relación entre padre e hijo?

“Qué bueno que se festeje el Día del Padre! Y no nada más dándole un regalito, sino festejando juntos lo que es la paternidad”, señala Susan Pick, doctora en psicología.
Este día debe ser una celebración en la que, además de la parte festiva y el relajo, hay que compartir emociones y abrir espacios de charla. “Que sea como el arranque de una nueva comunicación, de igual a igual, de padre a hijo y no de autoridad a inferior”.

El papel que los papás juegan en el desarrollo de los hijos puede ser positivo o negativo, dependiendo de cómo se construya la relación, añade Rosamartha Pavón, psicóloga clínica.
Así que, como hijos, no solamente hay que ir a una tienda y comprar algo, y como padres, no sólo esperar un acercamiento por parte de los hijos, sino motivarlos, la idea es que padres e hijos comiencen a verse como amigos, agrega Pavón.

Desarrollo

El nuevo padre tiene que asimilar que la ternura no es signo de debilidad y que la apertura emotiva no tiene que ser amenazante.

Recuerda que...

1.
Enséñales a jugar con los medios que conoces: canicas, trompo, escondidillas o juegos de mesa. Haz competencias.

2. La palabra da claridad y el ejemplo guía.

3. Hay que destinarles un espacio diario a cada uno de ellos.

4. Canta y baila con tus hijos.

5. Los instantes más valiosos son aquellos en los que hubo estrecha relación entre el padre y el hijo. Valen más que cualquier juguete.

6. La figura paterna es fundamental para su desarrollo emocional.

7. Vive el “hoy”. Disfruta cada una de las etapas de tus hijos. Nunca se sabe qué sucederá el día de mañana.

8. No hagas distinciones entre hermanos. Cada uno tiene defectos y virtudes. Habrá quien tenga más o menos contacto contigo, esto no significa que te quieran más o menos.

9. Haz los fines de semana especiales. Piensa en actividades que recordarán toda la vida.

10.
Hazles saber que pueden acudir a ti en busca de respaldo y cariño.

11. Muestre tu interés por sus asuntos.

12. Habla abiertamente de los temas que interesan a sus hijas e hijos.

13. Corríjelos sin lastimarlos ni agredirlos.
A papá se le demanda ahora mayor cercanía, amor, comunicación, respeto y, sobre todo, conciencia de su paternidad. La relación con cada uno de los hijos es distinta, depende de la edad.

Rita W. Margolis
Sicoterapeuta

RECOMENDACIONES

- Demuéstrales tu amor. Cada día di a tus hijos: “Te quiero. Eres especial para mí”. Dales muchos abrazos y besos.

- Elógialos. Cuando aprendan algo nuevo o se comporten bien, hazles saber que estás orgulloso de ellos.
Critica su comportamiento, no a ellos.
Cuando los niños cometan un error, no les digas “fuiste malo”. En cambio, explícales lo que hicieron mal.

- Sé consistente.Tus reglas no tienen que ser iguales a las de otros padres, pero tienen que ser claras. Por ningún motivo los compares con otros niños ni los pongas en evidencia en caso de que rompan alguna de ellas.

- Pasa con ellos tanto tiempo como sea posible. Hagan cosas juntos, como leer, caminar, jugar y limpiar la casa. Lo que tus hijos más desean es tu atención. El mal comportamiento por lo general es un intento de llamar su atención.

- Toma un descanso. Todo mundo necesita descansar de ser padre de vez en cuando. Acuerda con tu pareja u otro adulto de la familia, tomar turnos para poder alejarse por un rato y hacerse de energía y paciencia.

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