“Mamá quiero un celular”, “papá, ¿por qué no tienes una camioneta?”, “¿me compran este juego del Wii que tienen todos mis amigos?” son preguntas que pueden sonar familiares. El afán por tener más que otros o estar a la par que ellos es un serio problema entre los niños, y está provocando dolores de cabeza en muchos padres de familia, que no saben cómo manejarlo. “En una encuesta reciente, 95 por ciento de los adultos dice que los adultos y niños están muy enfocados en comprar y consumir”, indican Lan Nguyen Chaplin y Deborah Roedder John en su estudio Crecer en un Mundo Material.
Juliet B. Schor, autora del libro Nacidos para Comprar, señala que en Estados Unidos los preadolescentes y adolescentes contemporáneos han emergido como la generación más materialista y orientada al consumismo de la historia.
“Aquí, más que en cualquier otro lugar, creen que su ropa y la marca describe quienes son y definen su estatus social”, escribe la profesora del Departamento de Sociología de Boston College.Las cosas materiales se han convertido entre los niños en un elemento de estatus ante sus compañeros e incluso ante sus maestros. Esto puede traducirse en ellos en la vida adulta más que en una estima baja, en un egocentrismo, en donde la escala de valores puede verse afectada: la modestia dejaría de ser un valor y la presunción tener un lugar importante.
AUTOESTIMA
Nguyen Chaplin y Roedder John señalan en su estudio, en el que analizaron a niños y adolescentes entre 8 y 18 años de edad, que el nivel de materialismo está conectado directamente con la autoestima, además de estar relacionado con la edad del niño. En cuanto a las diferencias de edad, los investigadores encontraron que el materialismo se incrementa de los 8 a los 12 años.
Sus resultados, sin embargo, indican que simples acciones para subir la autoestima tienen un impacto dramático en las expresiones materialistas de los niños. Por esta razón, los especialistas invitan a inculcar valores en los niños y apoyarlos para que tengan una mayor autoestima. “Empieza por no focalizar las manifestaciones afectivas o premios en aspectos materiales, también hay que evaluar bien sus necesidades.Como que no es necesario que un niño de 7 tenga una laptop o un muchachito de 15 años tenga un Mustang último modelo. María Angélica Maldonado Dianzo, psicóloga escolar, dice que ante la competencia o el deseo del niño de tener más, lo más importante es comunicarse y explicarle la situación. Hay que recordar que el niño debe aprender a frustrarse a lo largo de su desarrollo porque a largo plazo esto lo ayudará a poder enfrentar mejor los obstáculos en la vida.
Tips
1.
La concentración excesiva de juguetes, dispersa la atención de los niños y no les permite disfrutar lo que ofrecen cada uno de ellos.
2.
Puedes hacerle regalos a tus hijos durante todo el año, dejando solo lo más deseado para fechas especiales.
3.
No se trata de hacerles obsequios a su antojo, sino de hacerlo de modo que puedan darles valor y aprendan a postergar el deseo.