Si últimamente notas un comportamiento extraño en tu pareja y no sabes que está pasando, te comunicas con él pero lo único que consigues son historias que no te cuadran para nada, ten cuidado, porque podrías estar enamorada de un mentiroso compulsivo. Si lo has cachado en la mentira en muchas ocasiones y no te puede dar una explicación razonable, aunque no lo creas, el primer engañado es él mismo, porque no ve la diferencia entre verdad y fantasía, se aleja de la realidad. Tal vez te suene exagerado, pero las mentiras de tu hombre pueden ser sólo la punta del iceberg que en el fondo esconda a una persona con problemas psicológicos o conflictos emocionales. Aquí te decimos cómo descubrirlo.Según los psicólogos, los adultos mienten de vez en cuando para lograr algo o recurren al autoengaño si se niegan a aceptar lo que les incomoda. Se aprende a mentir desde la infancia por incomprensión o rechazo de los padres, para adaptarse a lo que ellos quieren. Pero la mentira se vuelve enfermiza cuando se hace un hábito y se miente sin motivo.
Mentiras patológicas
Las personas que inventan, deforman o exageran la realidad son conscientes de su incapacidad para comunicarse con sinceridad, pero no pueden controlar su conducta y viven llenos de malestar sin solucionarlo. Algunos viven en un mundo irreal y ni siquiera se dan cuenta de que están mintiendo.
Hay diferentes personalidades mentirosas, reconoce si tu pareja tiene alguna de ellos:
El narcisista: Exagera sus propios méritos para ganarse la aprobación de los demás.
El actor: Debido a alguna carencia emocional, exagera todo para llamar la atención.
El antisocial: Basa su conducta en las mentiras para lograr simpatía de los demás.
El enfermo: Simula enfermedades o se causa heridas para conseguir cariño y cuidados.
El
Mitómano: No puede evitar su compulsión enfermiza de decir mentiras o desfigurar la realidad.
El adicto: El drogadicto o alcohólico asegura que ha dejado su dependencia cuando no es cierto.
9 razones de sus mentiras
Según los psicólogos, los motivos más comunes por las que alguien miente son para:
1. No herir sentimientos. Los hombres prefieren decir una mentira, a lastimar tus sentimientos. Para el es preferible decir que no llegó a la cita porque tenía mucho trabajo, y no confesar que estaba muy cansado y prefirió irse a su casa a dormir.
2. Para impresionar. Ciertos hombres suelen exagerar sus cualidades, como posición económica, amistades o gustos, con el objetivo de atraer la atención de la mujer que desean. Esto usualmente se da durante el periodo de conquista, pero en cuanto pasan a la siguiente etapa, el show se les viene a bajo.
3. Evitar problemas. Aunque dicen que las reconciliaciones son muy buenas, en muchos de los casos ellos prefieren mentir para evitar problemas. Este tipo de mentiras normalmente las aplican los hombres casados, ya que al conocer las cosas que le disgustan a su esposa, prefieren decir una mentira “blanca” a iniciar una discusión eterna.
4. Por inseguridad. Algunos hombres no tienen una buena autoestima, es por eso que recurren a mentir, no sólo a su pareja, sino a amigos e incluso familiares. En el caso exclusivo de su pareja, se crean una vida más interesante, pues creen que la suya no tiene mucha moción, se hacen los interesantes y tratan de mostrar que tienen el control; hasta en algunos casos, llegan a darse una vida de lujos, sin que puedan solventarla.
5. Levantar su ego. En realidad el ego de los hombres es muy frágil, y cuando tienen en frente a una mujer inteligente y “autosuficiente”, sienten la necesidad de mentir para protegerse. Ellas no tienen porque enterarse de sus miedos, limitaciones, de su falta de habilidades y mucho menos de otras debilidades.
6. Evadir responsabilidades. Este punto abarca varios tipos de compromisos, desde no querer ir a un evento familiar o con amistades, en el trabajo o hasta no querer formalizar una relación. Estos puntos suelen incomodar a los hombres y con su gran experiencia en fingir, logran salirse con la suya y eludir responsabilidades.
7. Infidelidad. Esta es una de las razones más comunes por la cual los hombres les mienten a las mujeres. Las estadísticas revelan que el 60 por ciento de los hombres son infieles, contra un 40 por ciento de las mujeres. El simple hecho de ser infiel, ya es una mentira, pero para ocultar esta, tienes que seguir mintiendo, lo que conlleva a una cadena de interminables mentiras.
8. Miedo. Se dice que los hombres tienen más miedo a enamorarse que las mujeres, y es que al involucrarse en una relación, ellos sienten que pierden el control y que son vulnerables a los deseos de ellas. En estas circunstancias, los hombres empiezan a reprimirse y a mentirle a su pareja, para tratar de frenar sus emociones.
9. Manipular. Las mentiras también son utilizadas como herramientas de control por los hombres, pues al darse cuenta que su pareja es vulnerable, empiezan a mentir para tener ciertos beneficios.
¿Qué siente?
Si él oculta o desfigura la verdad, lo más seguro es que no se siente nada bien y además sufre lo siguiente:
Desgaste emocional: Tiene que controlar las palabras y forzar la memoria para no contradecirse.
Malestar: Al mentir no elimina ningún malestar, el problema de fondo subsiste.
Efecto bumerang: Al intentar disfrazar una realidad que no soporta, la demuestra con más fuerza.
Remordimientos: El sentimiento de culpa le pesa tanto que comete errores para ser atrapado.
Rechazo: Sus engaños terminan por deteriorar las relaciones con los demás.
Desconocimiento propio: Nunca llega a saber cómo es en realidad, vive en un mundo imaginario
Atrapa al mentiroso
¿Recuerdas que cuando Pinocho mentía le crecía la nariz? Pues parece increíble, pero cuando la persona miente, los vasos sanguíneos de su nariz se llenan de sangre, por lo tanto le da comezón en la punta y le da muchas ganas de rascarse. Pero también existen muchas señas delatoras en sus palabras, actitud y lenguaje no verbal cuando él te está mintiendo, porque no puede dominar los cambios de su sistema nervioso.Si descubres que tu amor es un mentiroso, lo recomendable es que no lo condenes, ni castigues, porque la humillación puede ser contraproducente. Lo mejor es que intentes hacerle ver que su vida funcionaría mejor sin los engaños, que quizá no pueda salir solo del problema y que necesita ayuda psicológica.
Alerta
Existen
señales que se reflejan en su cara y movimientos corporales que delatan que miente:
Le cambia la cara: Se ruboriza o palidece demasiado, sonríe sólo con la boca pero no con el rostro, la frente le suda y adopta forma de V invertida.
Hace gestos repetitivos: Se toca la nariz, se cubre la boca, tose, se jala mucho el cuello de la camisa.
Cambia la mirada: Muestra las pupilas dilatadas, lagrimea, eleva las cejas, desvía los ojos, parpadea demasiado, no mantiene la vista fija en ti mucho tiempo.
Cambia su tono de voz: Habla más alto y agudo por el nerviosismo, habla más rápido o más despacio de lo normal.
No es natural: Sus movimientos lucen falsos, los controla o exagera en exceso porque teme que sus nervios lo delaten.
Sus gestos y sus palabras no concuerdan: Sus expresiones no aparecen antes de hablar sino después, no son frecuentes y duran demasiado.
Deja silencios en lo que dice: Le lleva más tiempo inventar en lugar de recordar.