El Consejo Nacional Anticorrupción ha denunciado ante la Unidad Fiscal contra las Redes de Corrupción del Ministerio Público la red de corrupción denominada “El Familión” en la Secretaría de Salud, constituida por parientes de la ministra Alba Consuelo Flores, quienes desde 2020 operan “sin escrúpulos” para “el otorgamiento de contratos, plazas y aumentos desproporcionados de salario en favor de familiares y sujetos cercanos claves en cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad”.
La funcionaria no ha negado los nombramientos ni el parentesco con los nombrados, pero en su defensa ha dicho que en cada uno de ellos se siguieron los procedimientos de ley y se contó con la documentación, los dictámenes y la aprobación de las instancias internas, obviando, claro está, señalar la influencia de ella, en su condición de titular de la secretaría.
El nepotismo, que el Diccionario de la Lengua Española define como: la “desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las concesiones o empleos públicos”, es, sin duda, uno de los principales males que arrastra la administración pública en Honduras, lo que no significa que tenga que volverse una practica común para todos aquellos que tienen la oportunidad de acceder a altos puestos en la administración pública para gestionar políticas a favor de la sociedad y no de su grupo familiar y/o allegados.
Por eso, en países como el nuestro, en donde los escasos presupuestos deben ser optimizados, donde la transparencia debe ser el eje principal del ejercicio de la función pública, y donde se deben enfrentar con fuerza las redes de corrupción, hay que frenar este tipo de abusos, investigar este tipo de denuncias y sentar precedentes para que se ponga punto final a estas prácticas a todas luces dañinas, que seguro no solo se dan e el secretaría de Salud sino en muchas otras instituciones públicas.
La funcionaria no ha negado los nombramientos ni el parentesco con los nombrados, pero en su defensa ha dicho que en cada uno de ellos se siguieron los procedimientos de ley y se contó con la documentación, los dictámenes y la aprobación de las instancias internas, obviando, claro está, señalar la influencia de ella, en su condición de titular de la secretaría.
El nepotismo, que el Diccionario de la Lengua Española define como: la “desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las concesiones o empleos públicos”, es, sin duda, uno de los principales males que arrastra la administración pública en Honduras, lo que no significa que tenga que volverse una practica común para todos aquellos que tienen la oportunidad de acceder a altos puestos en la administración pública para gestionar políticas a favor de la sociedad y no de su grupo familiar y/o allegados.
Por eso, en países como el nuestro, en donde los escasos presupuestos deben ser optimizados, donde la transparencia debe ser el eje principal del ejercicio de la función pública, y donde se deben enfrentar con fuerza las redes de corrupción, hay que frenar este tipo de abusos, investigar este tipo de denuncias y sentar precedentes para que se ponga punto final a estas prácticas a todas luces dañinas, que seguro no solo se dan e el secretaría de Salud sino en muchas otras instituciones públicas.