Errar es de humanos

Siendo que somos imperfectas(os) por naturaleza, que cometemos errores, yerros y equivocaciones en la toma de decisiones, sean estas a escala individual o colectiva, debemos tener en cuenta las consecuencias de las mismas

  • Actualizado: 07 de septiembre de 2024 a las 00:00

Siendo que somos imperfectas(os) por naturaleza, que cometemos errores, yerros y equivocaciones en la toma de decisiones, sean estas a escala individual o colectiva, debemos tener en cuenta las consecuencias de las mismas, así como los comentarios y críticas cuando estas son para rectificar oportunamente, si tal es el caso.

Desde esta columna editorial nos hemos referido a la decisión, supuestamente irreversible, de construir una megacárcel en la Isla del Cisne, territorio insular refugio de aves y peces, con un frágil equilibrio ecológico que inevitablemente será destruido si se lleva a cabo tal decisión, que ha sido unánimemente rechazada tanto por especialistas en biología como por pescadores misquitos, por la sociedad civil y medios de comunicación. En esta ocasión, agregamos nuestras observaciones a otra decisión, que reviste un grave impacto tanto para la seguridad nacional e internacional como en las relaciones con otras naciones, especial, pero no únicamente con los Estados Unidos de América.

Nos referimos a la denuncia y derogación del tratado de extradición con la Unión Americana, que ha permitido, dado lo endeble de nuestros sistemas judicial y penitenciario, el que peligrosos grandes capos de la droga y lavadores de activos en gran escala, sean enviados a purgar condenas en penitenciarías de aquel país. Coincidimos con quienes señalan que “es fundamental que este gobierno considere cuidadosamente las consecuencias y busque alternativas que fortalezcan el Estado de derecho y la cooperación internacional, en lugar de debilitarlos”.

Si se llega a rectificar, tal oportuna decisión no será percibida como una muestra de debilidad oficial, que ha cedido ante las crecientes presiones locales y extranjeras. Por el contrario, será vista y respaldada como una muestra concreta y honorable de sabiduría, de sintonía y acuerdo con los sectores, cada vez más amplios y representativos, que adversamos tal precipitada, emotiva y contraproducente medida. Nunca es tarde para dar marcha atrás. Aquí y ahora es el momento y coyuntura propicia.

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