Las autoridades sanitarias hondureñas han emitido esta semana una alerta sanitaria ante el creciente número de casos de sarampión en el continente americano y el mundo.
Si bien Honduras no registra casos de esta enfermedad desde 1997, este año se han analizado y descartado varios casos.
Actualmente hay ocho países de América Latina que tienen brotes de sarampión, entre ellos Estados Unidos y México, países con los que se mantiene un alto flujo migratorio, lo que genera una preocupación y una alerta ante el posible ingreso de una persona contagiada. La preocupación crece dado que en nuestro país actualmente el 24% de la población susceptible de vacunas no las tiene.
Hasta antes de la pandemia del covid-19, los niveles de vacunación de Honduras estaban cercanos al 95%, pero la población bajó su participación en las campañas de vacunación por el impacto de la pandemia y los movimientos antivacunas surgidos desde la misma.
El gobierno está dando los pasos correctos al declarar una alerta sanitaria que tiene, entre sus principales objetivos, tener un control extremo en todas sus fronteras, solicitando el esquema de vacunación para ciudadanos procedentes de 24 países, buscar los casos y concientizar sobre la gravedad de la enfermedad, y enfatizar en la importancia de la vacunación como principal mecanismo de contención de la misma.
Por ello, es urgente que la población atienda el llamado de las autoridades sanitarias y proceda de inmediato a vacunar, principalmente, a los niños y niñas que no estén inmunizados. Hay que tener claro que las vacunas no matan, que son altamente confiables, seguras y eficaces, y que el sarampión es una enfermedad altamente contagiosa, que puede ser mortal en casos extremos.