Un papa cargado de simbolismo

Casi era como una ley que las primeras palabras de un papa electo eran pronunciadas en latín o en italiano, el Papa León XIV rompió con esta tradición y en perfecto idioma español se dirigió al público que en miles de personas se habían congregado en la Plaza de San Pedro del Vaticano

  • 15 de mayo de 2025 a las 00:00

Casi era como una ley que las primeras palabras de un papa electo eran pronunciadas en latín o en italiano, el Papa León XIV rompió con esta tradición y en perfecto idioma español se dirigió al público que en miles de personas se habían congregado en la Plaza de San Pedro del Vaticano. Cuando el Papa hablaba en medio de la multitud se escuchó una voz, exclamando: ¡y habla español! Era la primera revelación que hacía el papa León XIV al mundo y lo hizo directamente, sin filtros ni intérpretes. Sus palabras en el idioma de Cervantes estaban dirigidas a la Diócesis de Chiclayo, una ciudad a 721 kilómetros de Lima, la capital peruana, de unos 600,000 habitantes. Chiclayo es considerada como la ciudad de la amistad en la costa norte del Perú.

El papa León XVI al ser de la Orden de San Agustín es portador de una sana tradición en la Iglesia Católica. La Orden de San Agustín, desde un inicio, en su labor apostólica se asociaron para pedir al papa Inocencio IV (1244) que se unieran bajo una regla de vida común, con el tiempo la Orden devino en una labor misionera en todo el mundo, bajo la idea de buscar a Dios en comunidad compartiendo vidas, bienes y camino espiritual con los demás y con el pueblo de Dios, tal como ellos lo creían. San Agustín, inspirador de la Orden, no pudo ser más elocuente y lo que dijo se constituyó en herencia para un mundo, como el actual, de odio y de guerra. Decía el religioso: “Conócete, acéptate, supérate”. “La medida del amor es amar sin medida”, y “no se accede a la verdad sino a través del amor”.

Cuando el mundo cristiano y no cristiano vivían en la incertidumbre con respecto al sucesor del papa Francisco, sabiendo que la voz del Vaticano es escuchada y genera -a pesar de las dificultades por las cuales atraviesa- una esperanza de paz, es nombrado el papa León XIV y desde sus primeras apariciones en público empieza dar señales de que su acercamiento a la justicia no tiene apellidos ni identificación con una ideología en particular. Su ideal de justicia, como se concibe en la Iglesia Católica, es una virtud moral que consiste en la constante voluntad de dar a Dios y al prójimo lo que le es debido.

En una de sus primeras apariciones en público, el 11 de mayo, el papa León XIV pidió el cese inmediato de la guerra en Ucrania. Que se haga todo el esfuerzo por alcanzar lo antes posible la paz auténtica, justa y duradera, dijo la nueva autoridad del Vaticano. Como si fuera un deseo inspirado en una fuerza sobrenatural, Putin, presidente de Rusia, ha llamado a las autoridades ucranianas para reunirse este 15 de mayo en Turquía y buscar esa paz tan anhelada y las raíces del conflicto.

De igual manera, pidió que cese inmediatamente el fuego en la Franja de Gaza. Una petición que en reiteradas ocasiones había hecho el papa Francisco sin ser escuchado. Esta es una situación que ya lleva miles de muertes, especialmente palestinos, cuyo número de fallecidos supera las 50 mil víctimas -entre ellos niños, mujeres y ancianos-, lo que hace pensar que ahí no hay un conflicto, lo que hay es una masacre, con intenciones de exterminar a un pueblo.

Te gustó este artículo, compártelo
Últimas Noticias