La alarma se extiende: el presidente Zelaya, coordinador del PLR y quien le maneja sus colectivos, don Melvin Ceballos, llaman a la violencia. No podemos ser presos de arengas incendiarias, menos de llamados infaustos, provenientes de alguien más obligados a cumplir la ley: un líder de partido y quien ha ostentado el más grande honor, la presidencia de la República. Queremos vivir en paz y libertad. Nuestro firme repudio a sus llamados a la violencia, que no continúen arriesgando la seguridad y la vida de los ciudadanos. Sus expresiones, repletas de amenazas escondidas, son contradictorias con los principios democráticos, con los anhelos de libertad y paz del pueblo hondureño. La facción del Partido Libertad y Refundación (PLR) en el poder, nos ha orillado a vivir desde hace mucho tiempo en el conflicto político, en la confrontación ciudadana hasta la polarización, y a percibir sometida la institucionalidad a las ambiciones personales del presidente Zelaya y de su séquito. Exigimos respeto a la institucionalidad, a la voluntad popular y a los procesos democráticos que conduzcan a expresarla libremente en las urnas. Sin intimidación, sin violencia organizada. Los líderes de los partidos políticos tienen que propiciar el funcionamiento del Estado de derecho, deben motivar la reconciliación y llamar al diálogo. Deben comportarse con sensatez y evidenciar un real compromiso con nuestro país. Es inaceptable, peor, reprensible, que se intenten legitimar conductas autoritarias, hasta el uso de colectivos, comandos insurreccionales, como el mismo presidente Zelaya los llama. La violencia destruye la democracia. Hoy la mención de colectivos se entiende como represión paramilitar y producen, como tal, el mismo temor. Cualquier acto de violencia tendrá consecuencias legales y sociales. Honduras está alerta. Queremos empleo, paz y progreso. No se permitan ser usados como escudos humanos para forcejeos de poder. Honduras reclama vivir en paz, en libertad y bajo el imperio de la ley.
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Exigimos respeto a la institucionalidad, a la voluntad popular y a los procesos democráticos que conduzcan a expresarla libremente en las urnas
- Actualizado: 02 de agosto de 2025 a las 00:00
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