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La lactancia materna exclusiva

En Honduras, cada año nacen aproximadamente 170,000 niños y niñas, cada uno de ellos con el derecho inalienable a un comienzo de vida saludable. Sin embargo, la realidad que enfrentan es diferente: en los últimos doce años, solo 3 de cada 10 lactantes en Honduras ha recibido lactancia materna exclusiva durante sus primeros seis meses de vida. Se refleja un reto significativo que puede tener consecuencias profundas y duraderas en la salud y el desarrollo de 119,00 niños y niñas que no reciben lactancia materna exclusiva.

La lactancia materna exclusiva es un pilar fundamental para el desarrollo óptimo de la niñez. La leche materna no solo provee todos los nutrientes necesarios para el crecimiento saludable, sino que también refuerza el sistema inmunológico, reduciendo significativamente el riesgo de infecciones y enfermedades. Además, estudios han demostrado que los niños amamantados exclusivamente tienen un mejor desarrollo cognitivo, lo que les da una ventaja significativa en su aprendizaje y crecimiento futuro. A pesar de estos beneficios comprobados, el consumo de fórmulas lácteas comerciales por parte de lactantes y niños pequeños se ha normalizado. Hoy en día, más niños que nunca consumen fórmulas lácteas comerciales. En muchos casos, la publicidad engañosa de estos productos desincentiva a las madres de amamantar, contribuyendo a las bajas tasas de lactancia materna exclusiva en el país. Esta práctica no solo compromete la nutrición del niño, sino que también lo expone a un mayor riesgo de infecciones y otras enfermedades. Las madres en Honduras enfrentan numerosos desafíos cuando se trata de amamantar exclusivamente. Muchas madres se ven obligadas a regresar al trabajo poco después del parto, sin contar con espacios adecuados para amamantar o extraer leche. Además, la falta de información y formación sobre cómo garantizar una lactancia materna exclusiva llevan a muchas madres a introducir alimentos sólidos de manera prematura. La promoción de la lactancia materna debe comenzar desde el embarazo. Los centros de salud de primer y segundo nivel de atención en todo el país deben ser lugares donde las futuras madres reciban información y apoyo constante para prepararse para la lactancia. Esto incluye la capacitación del personal de salud para que puedan brindar el acompañamiento necesario a las madres durante esta etapa crucial.

Para revertir esta situación, la Secretaría de Salud (Sesal) ha asumido un papel proactivo en la promoción y protección de la lactancia materna. A través de la Comisión Nacional de Lactancia Materna (Conalma), se están abordando brechas identificadas, incluyendo un esfuerzo conjunto de la Sesal, United Nations International Children’s Emergency Fund (UNICEF), Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá (INCAP) y Save the Children de certificar los 26 hospitales públicos del país con área de maternidad como “Hospitales Amigos de la Madre, Niño y Niña”.

UNICEF está trabajando junto al Gobierno de Honduras y a otros actores clave para garantizar que cada niño y niña en nuestro país reciba la mejor nutrición posible desde su nacimiento. Sin embargo, este esfuerzo requiere de la colaboración de toda la sociedad. Desde los tomadores de decisiones hasta las comunidades locales, todos debemos unirnos para promover y proteger la lactancia materna exclusiva. La lactancia materna debe ser una prioridad clave de salud pública para todos los países como parte de esfuerzos para mejorar la salud de las mujeres y los niños, prevenir las enfermedades transmisibles y no transmisibles, fomentar crecimiento de la economía de manera sostenible y reducir las desigualdades. Ahora es el momento de realizar una transformación radical hacia un mundo resiliente para la lactancia materna. El futuro de los niños y niñas está en nuestras manos. Promover la lactancia materna exclusiva no es solo una opción; es un compromiso con el futuro de Honduras.