El deporte tiene una fuerte relación con el grado de desarrollo de los países. Para confirmar tal vínculo, se puede empezar buscando el medallero olímpico histórico, también las competencias continentales y las regionales. El deporte solo es una manera más entretenida y lúdica de conocer la realidad de los países. En realidad, no se trata de una relación “lineal” y determinística con el grado de desarrollo económico. En otras palabras, que un país equis sea desarrollado no significa que necesariamente será destacado en el deporte. Todos los países tienen lo suyo dentro de la somatocarta y biotipología, pero, los talentos de nacimiento deben ser multiplicados en la búsqueda de avances en lo individual y a la larga, en el crecimiento y desarrollo económicos.
Navegamos la coyuntura internacional en la que aparecen y reaparecen desafíos y amenazas contra la soberanía y estatus político de muchos países y territorios, se reedita la necesidad de conocer los diferendos fronterizos con sus raíces históricas hasta llegar a alteraciones en los mapas con sus coordenadas y nombres. Reaparecen las tentaciones expansionistas de ciertas mentes.
Recientemente, Honduras alcanzó a clasificar por sexta ocasión a un mundial de fútbol masculino para menores de 17 años a jugarse en Catar este 2025. Será primera ocasión en la que se disputará con un formato de 48 países iniciando con la modalidad de “mini” torneos de 12 equipos cada uno hasta llegar a las semifinales y finales.
La etapa clasificatoria sub-17 de Concacaf dio la oportunidad de volver a revisar la existencia particular de países y territorios caribeños distribuidos en los dos grandes grupos de las grandes y pequeñas Antillas; también entre las denominadas islas de Barlovento y Sotavento, incluso, las idiomáticas. Asimismo, obligó a repasar las categorías de países independientes; departamentos ultramarinos; municipios especiales; países autónomos pero integrantes de reinos europeos; territorios adscritos a otros países; en fin, una gama de estatus político-geográficos que siguen caracterizando al interesante, complejo, atomizado, encantador, rico, contradictorio, histórico, oculto, multifacético, oscilante entre lo próximo y lo lejano, Caribe.
Sin estar plenamente consciente su afición, los equipos hondureños y centroamericanos jugamos directamente con integrantes de la Unión Europea. Países europeos, a su vez, se interrelacionan en sus historias coloniales en territorios distantes pero en otros continentes, en este caso América. Municipios especiales neerlandeses como Bonaire forman parte de los actuales 41 miembros de la Concacaf. Historias casi desconocidas para nosotros como la isla de 87 km² que comparten desde el siglo XVII Francia y los Países Bajos con sus denominaciones Saint Martin (al norte) y Sint Maarten (al sur), respectivamente. Curioso, ver la única frontera terrestre entre países de la Unión Europea localizada fuera de su continente, con himno binacional.
En la contemporaneidad, se mezclan los vestigios de las miles de incursiones marinas de españoles, ingleses, franceses, holandeses y tantos otros navegantes trayendo esclavos desde África, mezclarlos con los aborígenes, construir reductos de guerra, controlar rutas comerciales, espiar el transporte de tesoros entre el ir y venir de pactos incumplidos. Tema para profundizar.