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Canción en clave de re

'Re”, según el Diccionario de la Lengua Española, es un prefijo muy común que tiene seis usos: repetición, retroceso, intensificación, oposición, resistencia y negación. A estos últimos tres se los puede colocar en una sola clasificación. Tal vez este prefijo sea el más utilizado por estos días: reapertura, reabrir (nunca reaperturar), reprogramar, recalendarizar, repensar, reconstruir, retornar, regresar (a la normalidad), retroceder, recesión, recomendar, rediseñar, revender, restringir y hasta rechazar.

Realmente lo que se está tratando de decir en esta canción escrita en clave de re es que se comience todo de nuevo. Hay ejemplos loables de naciones que después de catástrofes han construido su nuevo desarrollo. Lo cierto es que muchas de ellas tenían de alguna manera el desarrollo latente. Estaba, digámoslo metafóricamente, justo debajo de la piel. Pensando en el caso de Japón, había toda una cultura milenaria de respeto y disciplina que una vez activada por un plan de nación facilitaron el florecimiento de uno de los gigantes asiáticos. Habría que pensar cuáles son las cualidades culturares y ancestrales que nos llevarían al progreso.

Repasemos los usos del prefijo “re”. Cuando lo usamos en palabras que implican una repetición, se habla fundamentalmente de volver a hacer, pero esta vez de mejor manera: nadie reconstruye, repiensa, replantea o rediseña pensando en el desmejoramiento sino en el progreso de su proyecto. El problema es que, si las acciones y los procedimientos son los mismos, los resultados serán peores. Le explico por qué no pueden ni siquiera ser iguales: en la carrera de la vida no solamente corremos nosotros, sino que corre el mundo entero, en el momento en el que una persona, institución o país se estanca usando siempre la misma fórmula o los mismos actores aplicando mal otra fórmula, no queda a la misma distancia de los competidores que sí están avanzando, sino que queda más lejos.

Reposa bajo esa lógica que quien se estanca va hacia atrás, quien camina se mantiene en el mismo lugar y quien corre sí logra avanzar. Es por eso por lo que yo, como lingüista, he cuestionado mucho el uso del término “reabrir” porque, aunque en la definición del Diccionario de la Lengua Española dice que significa volver a abrir lo que estaba cerrado, la definición no captura, a mi juicio, la esencia de la palabra. Hay en la semántica de “reabrir” un sentido de cambio, como en “rediseñar”. No se puede afirmar que rediseñar es hacer otra copia del diseño, sino que es hacer un nuevo diseño basado en el anterior pero con cambios particulares y pertinentes.

Reparo en que sí habrá cambios en la “reapertura” por las medidas de seguridad sanitaria, pero como su nombre lo indica no son medidas ni económicas, ni comerciales, ni mercadológicas. Sería lógico, entonces, usarlas si hubiera un cambio, por ejemplo, en el modelo de negocio, modelo de mercado y valores institucionales que respondieran a lo que exige ya no el siglo XXI sino el año 2020 en específico. Es por ello por lo que abogo por el uso de “apertura” y “abrir”.

Retroceso creo que es el sentido que más impacta y hay una palabra en específico que nos preocupa: recesión. Y nos preocupa porque el aparato social desoye una canción escrita en clave de sol: solidez en los valores y solidaridad.