Hace unos días realizábamos un trabajo de análisis situacional en la población del departamento de El Paraíso para conocer la percepción de su población sobre el desempeño policial y, como se preveía, todos se quejaron, pero al mismo tiempo resultó interesante saber que muchas personas que se quejan, desconocen cuál es el proceso que lleva la labor policial, sobre todo en materia de investigación criminal.
El primer paso consiste en la recepción de la denuncia del hecho delictivo, donde de manera sucinta el denunciante da a conocer los hechos que le han afectado, posteriormente lo adecuado es que, según el delito, la persona sea entrevistada por un investigador del área, esto es, si el delito es un robo, deberá ser un investigador de delitos contra la propiedad quien entreviste, y como recordará estimado lector, hay una técnica preparatoria para el desarrollo de dicha entrevista.
Por consiguiente, el investigador procurará cubrir todos los detalles posibles a partir de las respuestas que obtenga del ¿qué?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿quién o quiénes?, algo muy importante de hacer notar es que, si se deja por fuera una de estas preguntas, la entrevista está incompleta.
El proceso debe continuar con la identificación e individualización del o los sospechosos, este es un tema para un próximo artículo, por lo que el investigador deberá emplear su astucia, poder de deducción, análisis y manejo de bases de datos, así como la maximización de las prestaciones que le brindan los laboratorios en criminalística que posee ahora nuestra Policía Nacional, para el procesamiento de indicios que pasarán después a ser evidencia en un juicio.
Es importante también la correcta elaboración del álbum fotográfico para, como hemos precitado, identificar al sospechoso, la inclusión de declaraciones testificales, videos, fotogramas y todo cuanto ayude a resolver el caso, pero lo más significativo es la obligatoria comunicación que debe existir con el ofendido, para que sepa en todo momento cómo avanza su caso.