La situación de crisis que han provocado todas estas catástrofes naturales requiere de una manera prioritaria, aunque no exclusiva, destacar el valor de la solidaridad.
El diccionario la define como la adhesión o apoyo incondicional a causas o intereses ajenos, especialmente en situaciones comprometidas o difíciles. Para OXFAM la solidaridad es un valor personal que supone la capacidad que tienen los miembros que pertenecen a una comunidad de actuar como un todo. Esto se produce porque los miembros comparten intereses y necesidades entre sí, gracias a los lazos sociales que les unen. La solidaridad, para Puig, es uno de los valores humanos por excelencia, que se define como la colaboración mutua entre las personas, como aquel sentimiento que mantiene a las personas unidas en todo momento, sobre todo cuando se viven experiencias difíciles, encontrándose muy ligada al amor.
Pero hemos visto que la solidaridad no solo es una adhesión verbal, es un proceso de trabajo conjunto para enfrentarse a un problema, pero también es un proceso que tiene efectos positivos en diferentes ámbitos. En primer lugar, la solidaridad tiene un efecto moral en la medida que predispone a la ayuda mutua y al cuidado del otro, abriendo un espacio de altruismo y llenando de orgullo silencioso a quien lo ejerce. En segundo lugar, la solidaridad tiene un efecto práctico en la medida que reúne participantes, despertando la creatividad colectiva e impulsando la cooperación. En tercer lugar, la solidaridad tiene un efecto terapéutico para los implicados en la medida que reunirse, deliberar y actuar juntos es un remedio ante el miedo, la angustia y la incertidumbre que a menudo generan las crisis. En estos tiempos, en que nuestro país está intentando volver a ponerse de pie, el valor de la solidaridad debiera invadirnos tanto en la dimensión humana como en el aspecto social y profesional. Se trata de un concepto, un valor, una forma de enfrentar la relación con los demás que es eminentemente positiva porque evidencia el interés de cada uno de nosotros por el bien del prójimo.