Dos países vecinos de Honduras, Guatemala y Nicaragua, han realizado procesos electorales. En Guatemala la democracia parece consolidarse, mientras que en Nicaragua el proceso ha estado viciado de ilegalidad. Dos elecciones bajo dos sistemas políticos que determinan la continuidad o no en el poder.
En Guatemala, un intento de la exesposa del presidente Álvaro Colom para postularse a la presidencia fue desestimado por el máximo órgano judicial. Las elecciones se desarrollaron normalmente y los observadores no reportaron mayores incidentes. El ganador, Otto Pérez Molina, un general retirado que promete seguridad y lucha contra la impunidad.
En Nicaragua, el segundo país más pobre de América, se impuso Daniel Ortega, incluso sobre la Constitución, que claramente establece que nadie puede ostentar la Presidencia en un tercer período, menos consecutivo. Pero la manipulación de las leyes y el control de los organismos de justicia y electorales que inició en el 2008, lo han permitido.
Mientras los observadores denunciaban que no se les permitió fiscalizar el 20% de las mesas electorales, funcionarios de los Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá cuestionaban las irregularidades. Contrastando, el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, manifestaba: 'en Nicaragua ayer avanzó la democracia y la paz'.
Insulza tuvo que admitir que había cometido un 'error' al brindar opiniones antes de recibir el informe de los observadores del organismo que él preside. Costa Rica, diplomáticamente, ha dado una lección. El ministro de Relaciones Exteriores felicitó a Guatemala y evitó referirse a Nicaragua, país con el cual mantienen un diferendo ante la Corte de La Haya.
Aunque los resultados marcan una clara diferencia entre Ortega y su principal opositor Fabio Gadea Mantilla, la triunfadora es la ilegalidad que precedió la elección. Otros elementos son los US$ 500 millones que Chávez concede a Ortega, según afirman algunos medios, para que despliegue el populismo, sumada una oposición dividida y sin propuestas.
Las protestas no se han hecho esperar y ya se han reportado las primeras muertes. Ortega parece haber encontrado el camino a su reelección indefinida, sin la presencia de Arnoldo Alemán, quien apenas alcanzaría un 6% de los sufragios. Para la exguerrillera Dora María Téllez, 'Ya no hay una democracia en Nicaragua, hay una dictadura'.
Desde el retorno de la democracia a la región, los políticos no han dado respuesta a los principales problemas de sus respectivas naciones, se han preocupado más por su interés personal y buscar la forma de mantenerse en el poder. En tanto la población de los países centroamericanos se enfrenta a una lucha contra la desigual y la violencia.
El presidente Lobo desde el primer momento ha buscado mantener relaciones cercanas con Colom y Ortega. Colom fracasó en su proyecto de heredar el cargo, Ortega se ha mantenido en la presidencia, a costa de debilitar la institucionalidad. En Honduras se concentra cada día más el poder. Está por iniciar la campaña electoral, ¿A cuál sistema le apuesta Lobo?