Por Susan Shain/ The New York Times
Cuando falleció un joven cazador, Lanae Strovers no planeó un funeral con música de órgano y el Padre Nuestro. Después de Strovers, directora de la Funeraria Hamilton, en Des Moines, Iowa, escuchó el deseo de la familia del hombre de una última cacería con él, pidió a un armero que colocara sus restos cremados en cartuchos de escopeta. Luego ayudó a la familia a planear una cacería en su honor.
Para un entrenador de beisbol, Strovers convirtió su funeraria en un campo de beisbol simulado. Para la conmemoración de un niño, creó un circo con un castillo inflable y raspados de hielo.
En las últimas décadas, la tasa de cremaciones en Estados Unidos se ha disparado. Esto ha provocado una caída en las ganancias de los servicios funerarios. Al mismo tiempo, los costos de la gasolina, los productos químicos para embalsamar y el personal han aumentado. Con la industria en una situación precaria, las funerarias se han visto obligadas a innovar.
“No quiero decir que nos convertiremos en organizadores de fiestas”, dijo Strovers, vocera y capacitadora de la Asociación Nacional de Directores de Funerarias (NFDA). “Pero creo que esas dos líneas se están cruzando y simplemente necesitamos abrir nuestra mentalidad y estar ahí para ayudar a las familias”.
Más de la mitad de los ingresos de la industria provienen de los servicios de planeación funeraria y la venta de artículos como ataúdes, arroja un reporte de la NFDA del 2024. Cuando los clientes optan por la cremación, esos ingresos pueden ser mucho menores: el costo promedio de una cremación directa, que no incluye velorio ni servicio, es de 2 mil 750 dólares, alrededor de un tercio del costo de un paquete tradicional con ataúd, velorio, ceremonia y entierro, que es de 8 mil 300 dólares.
La NFDA cita razones detrás de la popularidad de las cremaciones, incluyendo el costo; preocupaciones ambientales; y consumidores menos religiosos y cada vez más reacios a ceremonias con exceso de rituales.
Al igual que otras industrias, las funerarias también han tenido que lidiar con costos al alza, siendo el mayor el de personal. Una grave escasez de profesionales funerarios con licencia ha obligado a algunas funerarias a elevar los salarios o ampliar las prestaciones.
Encontrar clientes nuevos no es fácil en este sector. El creciente número de muertes de la generación del baby boom, estadounidenses nacidos entre 1946 y 1964, se verá compensado por la tasa de cremación, que se prevé alcance el 82 por ciento para el 2045.
“Ya no somos sólo una funeraria que organiza eventos. Somos una empresa de eventos que organiza funerales”, dijo Walker Posey, portavoz de la NFDA y director de una funeraria en Carolina del Sur.
Cree que los funerales comparten similitudes con las bodas —y que es hora de que las funerarias lo acepten.
Hace más de una década, la funeraria Einan’s at Sunset Funeral Home, en el Estado de Washington, construyó un espacioso centro de eventos de 560 metros cuadrados con patio y un menú de catering que incluye un bufet de brisket y chardonnay.
De hecho, difiere tanto de una funeraria tradicional que entre 10 y 20 parejas celebran sus bodas allí cada año.
“Estas personas a las que atendemos no desean lo que ofrecíamos hace 40 años”, dijo Sarah Smith, directora funeraria de Einan’s. “No son las mismas necesidades, ni los mismos gustos ni preferencias”.
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