El fiscal general del estado de Quintana Roo dijo que ocho personas fuertemente armadas irrumpieron el martes en el centro de atención telefónica — que vendía servicios vacacionales — y secuestraron a un total de 30 empleados.
Tres de ellos fueron liberados por los secuestradores, pero los otros 27, entre los que se incluía a uno de los propietarios, estuvieron cautivos por cuatro horas.
El fiscal Óscar Montes de Oca dijo que la policía cateó una residencia de Cancún la mañana del miércoles y encontró en su interior a tres secuestradores armados, así como a 27 víctimas. Dos de los perpetradores fueron arrestados mientras intentaban escapar por los techos de las casas vecinas. Las víctimas fueron encontradas con los ojos vendados dentro de dos habitaciones de la residencia; ni el centro de atención ni la casa se ubican en la zona turística de la ciudad.
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Montes de Oca dijo que “la línea más fuerte es esta diferencia entre los socios de la empresa. Es una venganza probablemente entre ellos y hacia los empleados”.
Aunque Montes de Oca no reveló más detalles sobre la aparente disputa, dejó entrever la posible participación de un grupo del crimen organizado.
“De ningún modo se dejará un espacio a las bandas delincuenciales que se fortalecieron durante muchos años por la impunidad y la corrupción de otras administraciones”, declaró.
Durante mucho tiempo, Cancún se mantuvo ajeno a la violencia generada por el narcotráfico que afectó a muchas otras partes del país. Eso cambió hace unos años y desde entonces la tasa de homicidios en la localidad se ha disparado y se dice que el Cártel de Jalisco Nueva Generación se ha adentrado en el territorio.
Durante el secuestro del martes no se exigió un pago de rescate.
