El barco transportaba a migrantes que intentaban ingresar ilegalmente a Estados Unidos desde México.
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Antonio Hurtado, ciudadano estadounidense, estaba al timón del barco de 12 pies cuando encalló y se rompió, lo que obligó a las personas a bordo a abandonar la embarcación y saltar al agua, según documentos de un tribunal de San Diego.
Hurtado enfrenta cargos graves por intentar traer extranjeros ilegalmente a suelo estadounidense y por agredir a un agente federal durante su arresto.
Tres mexicanos, dos hombres de 29 y 35 años y una mujer de 41, murieron cuando el barco se hundió.
Hurtado y otros 29 ocupantes de la embarcación fueron trasladados de urgencia a un hospital, donde dos aún permanecían este miércoles.
Según documentos judiciales, los migrantes dijeron que habían pagado entre 15.000 y 18,000 dólares para intentar colarse en el país e identificaron a Hurtado como el capitán del barco.
'A los contrabandistas no les importa la gente que están explotando', dijo el domingo Jeffery Stephenson, de la Oficina de Asuntos Públicos de Aduanas y Protección Fronteriza.
'Lo único que les importa son las ganancias. No tenían equipo de seguridad adecuado y, obviamente, esta embarcación estaba muy abarrotada', añadió.
Estados Unidos ha visto un aumento en los cruces de indocumentados en su frontera con México, con 172,000 arrestos en marzo, el mayor nivel en 15 años.
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