WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- Melania Trump anunció el martes que
Stephanie Grisham, su vocera y confidente desde hace mucho, reemplazará a Sarah Sanders como secretaria de prensa de la
Casa Blanca. Grisham se involucrará de inmediato en su nuevo puesto al acompañar al presidente
Donald Trump a un viaje a Asia a partir del miércoles.
Grisham ha trabajado con Trump desde que se postuló a la presidencia en 2015, y es una de las pocas empleadas de campaña que sigue en la Casa Blanca.
“Como la mayoría de ustedes lo sabe, Stephanie ha estado conmigo desde el principio”, dijo Trump a la prensa durante un evento en la Casa Blanca. “Y los dos últimos años ha trabajado para la primera dama, ha hecho un trabajo fantástico. La primera dama la adora, cree que ha sido increíble. Es muy talentosa”.
Además de convertirse en secretaria de prensa de la Casa Blanca, Grisham también asumirá el cargo de directora de comunicaciones de la Casa Blanca, un puesto estratégico que está vacante desde marzo, cuando lo dejó el exejecutivo de Fox News, Bill Shine.
A partir del miércoles, Grisham acompañará a Trump a Jap ón y Corea del Sur, en donde el mandatario se reunirá con los líderes de China y Rusia.
La primera dama tuiteó el martes la noticia: “No se me ocurre alguien mejor para servir a esta Administración y al país”.
“Emocionada de que Stephanie trabaje para ambos lados de la Casa Blanca”, agregó.
Grisham trabajó directamente para Trump después de que éste asumiera la presidencia en enero de 2017 como subsecretaria de prensa en el Ala Oeste de la Casa Blanca. En marzo, fue escogida para dirigir las comunicaciones de la primera dama y se reubicó al Ala Este. Grisham seguirá trabajando para la primera dama con un total de tres empleos.
Sanders, cuyo último día en la Casa Blanca es el viernes, en gran parte será recordada por cancelar las ruedas de prensa diarias de la Casa Blanca y pelear con los reporteros. Trump pareció insinuar que las relaciones no serían tan polémicas bajo el liderazgo de Grisham.
“En realidad se lleva bien con la prensa”, dijo Trump a los reporteros.
Grisham ha trabajado con Trump desde que se postuló a la presidencia en 2015, y es una de las pocas empleadas de campaña que sigue en la Casa Blanca.
“Como la mayoría de ustedes lo sabe, Stephanie ha estado conmigo desde el principio”, dijo Trump a la prensa durante un evento en la Casa Blanca. “Y los dos últimos años ha trabajado para la primera dama, ha hecho un trabajo fantástico. La primera dama la adora, cree que ha sido increíble. Es muy talentosa”.
Además de convertirse en secretaria de prensa de la Casa Blanca, Grisham también asumirá el cargo de directora de comunicaciones de la Casa Blanca, un puesto estratégico que está vacante desde marzo, cuando lo dejó el exejecutivo de Fox News, Bill Shine.
A partir del miércoles, Grisham acompañará a Trump a Jap ón y Corea del Sur, en donde el mandatario se reunirá con los líderes de China y Rusia.
La primera dama tuiteó el martes la noticia: “No se me ocurre alguien mejor para servir a esta Administración y al país”.
“Emocionada de que Stephanie trabaje para ambos lados de la Casa Blanca”, agregó.
Grisham trabajó directamente para Trump después de que éste asumiera la presidencia en enero de 2017 como subsecretaria de prensa en el Ala Oeste de la Casa Blanca. En marzo, fue escogida para dirigir las comunicaciones de la primera dama y se reubicó al Ala Este. Grisham seguirá trabajando para la primera dama con un total de tres empleos.
Sanders, cuyo último día en la Casa Blanca es el viernes, en gran parte será recordada por cancelar las ruedas de prensa diarias de la Casa Blanca y pelear con los reporteros. Trump pareció insinuar que las relaciones no serían tan polémicas bajo el liderazgo de Grisham.
“En realidad se lleva bien con la prensa”, dijo Trump a los reporteros.
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