Mientras tres países de Centroamérica han logrado frenar la “violencia homicida” en los últimos meses, Honduras mantiene una tendencia al alza, según revela el informe Estado de Nación, cuyos resultados fueron divulgados ayer en Costa Rica.
Los países que lograron frenar la violencia son Guatemala, Costa Rica y Panamá.
Honduras y El Salvador siguen siendo las naciones más afectadas, aunque en mayor proporción Honduras, ya que se han alcanzado cifras récord de más de 80 homicidios por cada 100,000 habitantes.
Datos escalofriantes
La vorágine de violencia, desatada, según muchos por el tráfico de drogas desde Sudamérica hasta Norteamérica, ubica a Centroamérica como la región más violenta del mundo.
De acuerdo con el informe “Estado de la región”, en la última década (2000-2010) más de 145,000 personas han sido asesinadas en Centroamérica, lo que equivale a una tasa anual promedio de 34 homicidios por cada 100,000 habitantes.
A partir de 2009, los países que mostraron una reducción en sus tasas de homicidios fueron Guatemala y Panamá.
Costa Rica se sumó a la lista de países que frenaron la violencia en 2011.
Se puede “seguir mejorando, si es que depende de alguna política gubernamental u otros factores sobre los cuales podamos tener algún control”, dijo el investigador del Informe, Carlos Mendoza.
En base al informe, en el último año Honduras y Belice alcanzaron tasas de homicidios históricas.
Nuestro país registró 86 homicidios por cada 100,000 habitantes y Belice llegó a una tasa de 42.
Según las estadísticas de Honduras, el gobierno de Ricardo Maduro recibió el país con un tasa de homicidios de casi 60 por cada 100,000 habitantes.
Durante los cuatro años de gobierno, logró reducir la criminalidad, al grado de que la mantuvo entre 30 y 40 homicidios por cada 100,000 habitantes durante los cuatro años de gestión.
En ese período de gobierno, los países más violentos de Centroamérica eran El Salvador y Guatemala.
Nefastos cinco años
A partir del año 2006, la escalada de violencia en Honduras comienza a aumentar y la misma no ha registrado disminuciones en los últimos cinco años.
Para el 2006, la tasa de homicidios superó los 40, en 2007 superó los 50, en 2008 superó los 60, en 2009 superó los 70, en 2010 se acercó a los 80 y en 2011 superó los 86 muertos por 100,000 habitantes.
Eso significa que en tan solo cinco años, la muertes por homicidio casi se triplicaron.
La situación en Centroamérica
Con las cifras de 2011, Honduras se pone muy por encima del resto de países de Centroamérica.
El segundo país más violento de la región es actualmente El Salvador, con una tasa aproximada de 69 homicidios por cada 100,000 habitantes.
El máximo histórico lo alcanzó El Salvador en 2009, cuando hubo 71 homicidios por cada 100,000 habitantes.
Le sigue Belice con 42 homicidios, Guatemala con 40 homicidios.
En una escala relativamente baja (por debajo de 20 homicidios por 100,000 habitantes) aparecen Panamá, Nicaragua y Costa Rica.
Estos dos últimos países están prácticamente muy cerca del rango mundial, que es de 8.5 homicidios por cada 100,000 habitantes.
El análisis indica que los cuatro países del norte registran tasas de homicidios mayores de 30 por cada 100,000 habitantes, muy por encima de las que reportan Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
Cabe destacar que la mayoría de regiones más afectadas por la violencia tienen a su vez una menor densidad de caminos, lo cual es una aproximación a la escasa presencia estatal en esos territorios.
Según el informe, los vacíos dejados por el Estado son asumidos por grupos ilegales con más facilidad en esas zonas.
“Pepe” habla con Colom sobre seguridad
Tegucigalpa. El presidente Porfirio Lobo recibió ayer en su residencia de El Chimbo la visita del ex presidente de Guatemala, Álvaro Colom.
El exgobernante entregó la presidencia de Guatemala el pasado 14 de enero a Otto Pérez.
Colom fue recibido por Lobo para dialogar sobre la difícil situación que en materia de seguridad enfrenta el país, al igual que el resto de naciones centroamericanas. Según trascendió, el ex gobernante guatemalteco habría venido a asesorar al Presidente en temas de seguridad y el combate a la delincuencia y crimen organizado.
Esto luego de que Lobo Sosa solicitara el apoyo de la comunidad internacional para hacerle frente a la escalada de crímenes en el país y la corrupción que impera al interior de la Policía Nacional.
Durante su mandato, el expresidente guatemalteco emprendió una serie de acciones en su país encaminadas a frenar las acciones del crimen organizado y garantizar la correcta aplicación de la justicia en esa nación centroamericana.
Informes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) revelan que Centroamérica es una de las regiones del mundo con los mayores índices de violencia.
