Tegucigalpa, Honduras.- En los últimos años, las compras directas se han convertido en uno de los mecanismos más utilizados por la Secretaría de Salud (Sesal) para adquirir medicamentos, equipos e insumos médicos.
EL HERALDO constató que, entre enero y abril de este año, la entidad adjudicó al menos 50 contrataciones directas a diferentes empresas, por un monto total de 364,006,961.44 lempiras.
Entre las adquisiciones se incluyen productos farmacéuticos, material e instrumental quirúrgico, equipo y reactivos de laboratorio, suministro de oxígeno y hasta pagos por transporte para empleados de diversas regiones sanitarias y hospitales públicos del país.
Las compras se hicieron las diferentes regiones sanitarias y hospitales públicos del país, en nombre de la Secretaría de Salud.
Cada compra se realizó por distintos montos. Una de las más altas fue la adquisición de reactivos de laboratorio para el Hospital Escuela, por 122,978,485.07 lempiras.
De un total de 385 partidas, 216 fueron adjudicadas a cinco empresas. Las demás se declararon desiertas o fracasadas (159 y 10, respectivamente), según la resolución 15-2025-DE-HE-SESAL.
Hallazgos
También se desembolsaron 48,009,614.65 lempiras para la compra de equipo médico destinado a 68 centros de estabilización de emergencia. Hasta la fecha, las autoridades no han informado si estos centros fueron construidos o están en funcionamiento.
Este medio identificó que algunas adjudicaciones se otorgaron a empresas con ofertas más elevadas, sin que en los documentos se justifique por qué se desestimaron propuestas más económicas.
Uno de los principales hallazgos es la sobrevaloración de precios, una práctica que ha sido denunciada por diversos sectores.
Por ejemplo, en la resolución SESAL-RDSY-CD2-2025, la Región de Salud de Yoro adquirió 1,700 cajas de guantes estériles número 7.5, que en el mercado se cotizan entre 600 y 700 lempiras. Sin embargo, se compraron a 992.50 lempiras cada una, con un gasto total de 1,687,250.00 lempiras.
Para Blanca Munguía, directora de Salud de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), las compras directas representan un riesgo de irregularidades.
“Las compras directas han sido una mala práctica; lo lamentable es que la Secretaría de Salud ha estado más involucrada en este tipo de procesos, que deberían ser la excepción y no la norma”, declaró.
Agregó que este mecanismo de adquisición, en muchos casos, facilita el mal uso de los recursos públicos. Por ello, consideró urgente establecer mayores controles que garanticen la transparencia.
Cambios en la ley
Samuel Santos, presidente del Colegio Médico de Honduras, coincidió en que las compras directas generan dudas.
“En el gobierno anterior se abusó de este mecanismo y se manejaron miles de millones de lempiras. Casi los ocho años se la pasaron haciendo compras directas, lo que genera desconfianza en la población”, señaló.
Santos también responsabilizó a la Ley de Contratación del Estado, calificándola como un obstáculo por su excesiva burocracia.
“Preferiríamos utilizar la vía regular que establece la ley, pero tarda lo mismo comprar una resma de papel que medicamentos para el cáncer”, argumentó.
Indicó que, en casos como el de los pacientes oncológicos, no se puede esperar ocho o diez meses para recibir el tratamiento, lo que hace necesario recurrir a compras directas.
“El Congreso Nacional debe reformar la ley, para que no sea tan tediosa ni difícil y así evitar tener que usar este mecanismo”, subrayó.
Reiteró que, aunque la compra directa puede ser necesaria en casos excepcionales, su uso debe estar estrictamente regulado para evitar abusos como los del pasado.