Honduras

Serenatas para las madres

Mariachis, tríos y dúos le cantarán un vals, una ranchera o un bolero a las reinas del hogar en su día.

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07.04.2014

Un ramillete de melodías está preparado para celebrar el Día de las Madres, por parte de entonados mariachis, tríos y dúos.

Con voz en cuello, afinadas guitarras y trompetas de plata cantarán “Un vals para mi madre”, “Las mañanitas”, “Perdón madrecita”, o recordarán el sufrimiento por el hijo ausente”.

Desde una semana previa a este día, los acordes de los violines, concertinas y guitarras de varios grupos de mariachis diseminados entre en parque La Libertad y el bulevar Morazán han sido reservados para brindar serenatas a las madrecitas capitalinas.

El segundo domingo de mayo es motivo de doble felicidad para estos músicos que al acompañar a hijos y esposos a rendir un homenaje a sus mamás y esposas, de manera respectiva, obtienen un ingreso económico adicional para llevar el sustento diario a sus hogares.

El representante del Mariachi Sol de Honduras, Adolfo Sánchez, expresó que esta jornada extraordinaria comienza el viernes por la mañana y se prolonga hasta el domingo por la noche.

El mariachi se presenta en el marco de una cena especial, un almuerzo en familia y hasta durante un día de campo o en un céntrico restaurante.

Una serenata de seis canciones y una de cortesía con el transporte incluido tiene un precio de 2,300 lempiras.

Sin embargo, otros mariachis consultados cobran entre 1,600 y 2,000 lempiras, todo dependerá de la negociación a la que se llegue con los representantes de estas agrupaciones musicales.

El tiempo de la serenata oscila entre 30 y 45 minutos, dependiendo del repertorio que soliciten.

“La cantidad de trabajo que tenemos en esta fecha es incomparable, respecto a otras fechas del año. Ni en la Navidad nos va tan bien como en esta fecha”, expresó el mariachi.

Según mercadólogos consultados, el Día de la Madre mueve grandes cantidades de dinero debido al consumo de alimentos en restaurantes, compra de perfumerías y de artículos de la línea blanca. Además de la contratación de los mariachis.

Estas agrupaciones musicales cotizan en otras fechas del año cada canción a 300 lempiras, pero en esta oportunidad prefieren las serenatas porque les reporta un mayor ingreso.

La tradición es que el interesado estacione su carro frente a los miembros del grupo, se negocie un precio, para luego decirles a los mariachis que suban a la paila del carro.

Una vez que llegan a la casa en donde vive la madrecita, los familiares y amigos de las agasajadas solicitan conocidas melodías como “Un vals para mi madre”, “Perdón madrecita”, “El hijo ausente”, entre otras relacionadas con la fecha.

Luego se les complace, en la mayoría de los casos, con las canciones de don Vicente Fernández y de José Alfredo hasta terminar con una relacionada al Día de las Madres.

La mayoría de estos trabajadores que cantan al amor y desengaño fueron contratados con varios días de anticipación, porque tienen un compromiso de alegrar y confortar el corazón de una madrecita con un verso, una canción y una flor.

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