Tegucigalpa, Honduras.- El diputado Rasel Tomé publicó una carta dirigida al coordinador general del Partido Libertad y Refundación (Libre), Manuel Zelaya Rosales, en la que cuestiona la falta de democracia interna y advierte que atraviesan una crisis de liderazgo tras los resultados electorales del 30 de noviembre.
En el documento, Tomé señala que la derrota en las urnas dejó al descubierto la necesidad de revisar errores y de abrir espacios para nuevas voces dentro del partido.
"Obtener un 19.30% del sufragio no refleja el capital político que Libre debe representar. Si bien fue brutal la injerencia externa del presidente Trump por redes sociales, es una variable inadmisible en nuestra soberanía, atribuirle la totalidad de la responsabilidad, sería un acto de autoengaño", aseguró.
Cabe destacar que, el oficialismo, sostiene que su derrota en las urnas se debe a las “injerencias” del presidente estadounidense Donald Trump, quien días antes de las elecciones brindó su total apoyo al candidato del Partido Nacional (PN), Nasry Asfura.
En cambio, el legislador atribuye parte del fracaso electoral a decisiones que, afirma, invisibilizaron a liderazgos locales y favorecieron prácticas autoritarias.
En su carta, el diputado cita casos específicos de dirigentes que, asegura, fueron relegados o sancionados por cuestionar decisiones de la cúpula. Asegura que estas prácticas han provocado molestia en las bases y un ambiente de desmotivación en sus estructuras a nivel nacional.
Tomé también mencionó el caso de la dirigente Isis Cuéllar, involucrada en el caso de corrupción conocido como el "Checazo de Sedesol", en el que se utilizaron millones de lempiras para fines partidarios.
"El caso de Isis Cuéllar en Copán es paradigmático, aun cuando fue expulsada del partido, continuó haciendo campaña política con nuestra bandera, mientras la candidata y la cúpula hicieron idos sordos", señaló.
Tomé añadió que su decisión de hacer pública la carta proviene del compromiso con las bases del partido y con el país. Afirma que guardar silencio ante los problemas internos dejaría sin corregir fallas que podrían comprometer el futuro de Libre.
También anticipa ataques y descalificaciones en su contra tras esta crítica abierta. Sin embargo, insiste en que su intención no es traicionar al partido, sino advertir sobre un rumbo que considera equivocado.
Tomé concluyó su carta diciendo que "si el precio por expresar lo que piensa la mayoría silenciosa de la dirigencia es mi expulsión, la aceptaré con el honor de quien se mantiene fiel a su conciencia".