Honduras

Cerca de 900 agentes de la Policía son investigados por la Didadpol

Los policías ligados al crimen siempre van a estar en la institución, por lo cual se le debe dar fuerza al proceso de depuración

14.10.2020

TEGUCIGALPA, HONDURAS.-En la Policía Nacional siempre habrá tentaciones para caer en el mundo del crimen, tanto así que en un año se crearon cerca de 900 expedientes por faltas graves y muy graves.

Que la noche del 14 de octubre de 2019 tres oficiales de la Policía Nacional hayan ingresado a una vivienda y sustrajeran 1.2 millones de lempiras en la ciudad de Gracias, Lempira, es una muestra de que muchos no le tienen miedo a las medidas disciplinarias que se les aplican.

Los oficiales involucrados, según el reporte dado a conocer por EL HERALDO, se dieron cuenta de que una ciudadana extranjera había retirado la millonaria suma de dinero de una institución bancaria y que la tenía en la residencia, por lo que procedieron a realizar el atraco.

Gracias a la denuncia de la afectada, quien reconoció a dos de los agentes atracadores, la Dirección de Asuntos Disciplinarios Policiales (Didadpol) comenzó a realizar las investigaciones del caso y así poder comprobar el delito.

Julieta Castellanos, exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), en entrevista con EL HERALDO consideró que es esperanzador que la Didadpol haya asumido con valentía y determinación la investigación de este caso.

Esto da confianza para que una vez que la Comisión Especial para la Depuración y Transformación de la Policía Nacional termine su trabajo, saber que en la Secretaría de Seguridad van a hacer las cosas correctas.

“Me parece importante que el director de Didadpol haya asumido esta investigación, también me parece importante que la persona agraviada y otros agraviados hayan puesto la denuncia, esto significa que no tuvo miedo de una Policía criminal y corrupta, y también significa que la institución respondió de manera favorable a su denuncia”, declaró Castellanos.

Informes de la Didadpol indican que durante el primer año de gestión operativa, es decir, en 2019, se recibieron 1,537 denuncias de las cuales 1,185 fueron presentadas por la Policía Nacional, 189 de forma presencial, 38 fueron aperturadas de oficio y mediante otros mecanismos.

También se dio inicio a 997 investigaciones que están en proceso, se efectuaron 236 cierres preliminares y 221 archivos de expedientes disciplinarios por diversas razones para aplicar las sanciones.

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Proceso

El mismo informe de la Didadpol establece que en el año 2019 se desarrollaron 994 audiencias de descargo de las cuales se elaboraron 885 dictámenes técnico administrativos con recomendación de suspensión o despido.

Al mismo tiempo se ejecutaron 109 autos motivados de archivo, es decir que no tenían pruebas para entablar un proceso disciplinario, correspondiendo el 73% de las faltas muy graves y el 16% de las faltas graves.

Los datos indican que de los 14,151 policías hombres que integran la institución, 752 tienen expediente por faltas disciplinarias, lo que corresponde al 5.3%, y de las 3,547 féminas policiales, 133 cometieron faltas disciplinarias, lo que se traduce al 3.7% de la población total.

Castellanos sostuvo que siempre van a haber “manzanas podridas” en la institución, por la tradición que hubo en la Policía, que fueron décadas de corrupción, de tráfico de drogas y siguen habiendo funcionarios, “ojalá que sean muy pocos que se dediquen al crimen”.

“Por eso siempre tiene que haber una unidad muy potente de seguimiento, investigación y que las denuncias que reciban, las investiguen, eso es muy importante, en la Policía siempre se va a estar en la tentación de involucrarse con el crimen”, expuso.

Esto es así debido a que es una profesión que les permite el uso legítimo del arma, el uso legítimo de la fuerza y ellos desvirtúan el uso legítimo que les da el Estado y lo utilizan para delinquir.

Según las autoridades de la Didadpol, en los próximos días presentarán un informe completo de los resultados que se han tenido en las operaciones de 2020, que busca sacar a las “manzanas podridas” de la institución.

La exrectora consideró que el proceso de depuración policial no se ha estancado, el problema es que cada vez los policías buscan mecanismos menos visibles, más ocultos y, por lo tanto, la comisión depuradora y la Didadpol deben buscar mecanismos más efectivos para dar seguimiento.

1.2 millones

de lempiras fueron robados por tres agentes de la Policía Nacional en Gracias, Lempira.

Lo cierto es que el control hacia los agentes de la ley ha disminuido, ya que la aplicación rutinaria de las pruebas de confianza ha bajado y ahora se depende de la denuncia ciudadana, de las investigaciones de oficio y de las denuncias al interior de la misma institución.

Son cerca de 18,000 policías en los 18 departamentos de Honduras y la Didadpol apenas tiene 21 agentes, es decir, un investigador para más de 850 policías, y estos solo están en las ciudades de Tegucigalpa y San Pedro Sula, para darles seguimiento.

Jaír Meza, vocero de la Policía Nacional, indicó que con la nueva Ley Orgánica de la Policía Nacional se crea Didadpol y los procesos de depuración y certificación de los policías son continuos; si un funcionario de la Policía es denunciado, el expediente pasa a la Didadpol para que investigue y deduzca responsabilidades.

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Dijo que las pruebas de confianza se están haciendo cada año, cuando el personal aplica para ascenso y cuando ingresan los nuevos agentes.

Al consultarle: ¿por qué se siguen dando ese tipo de casos?, como el robo de los 1.2 millones de lempiras, justificó que “es parte del proceso -por eso-, aquel funcionario que no se alinea va a ser sometido a sanciones administrativas”.

Omar Rivera, miembro de la comisión depuradora de la Policía Nacional, sostuvo ayer que “ahora el que la hace la paga en la Policía Nacional de Honduras, nadie está cubierto por el manto de la impunidad y todos los oficiales y agentes, por muy encumbrados que estén en la estructura de la institución, son sometidos a procesos de investigación, requerimiento, juzgamiento y sanción”.

“Es difícil evitar que algún policía, de forma torpe, irresponsable y perversa se involucre en actividades ilícitas. Lo que sí tiene seguro todo el que transgreda la ley en el ejercicio de sus labores policiales o en su vida particular, es el castigo vehemente para que todos comprendan que aquí, en la Policía Nacional, ya nada ilegal se tolera”, advirtió.