Más que una celebración, los liberales reflexionarán este miércoles, con motivo del 123 aniversario del partido, sobre el papel que han jugado sus dirigentes en los últimos cuatro años y el futuro incierto que se avecina para esta veterana institución política.
Nunca, en más de cien años de vida, el Partido Liberal había conmemorado un aniversario convertido en una tercera fuerza política y amenazado con caer a la cuarta posición en las próximas elecciones si sus dirigentes no toman las medidas que, a juicio de los entendidos, son urgentes.
Triunfos y conquistas sociales Desde su fundación el 5 de febrero de 1891, el Partido Liberal ha estado en el poder en once oportunidades que representan 44 años de gobierno.
El 20 de abril de 1980 ganó fácilmente las elecciones para la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente. Luego ganó los comicios generales de 1981, 1985, 1993, 1997 y 2005.
El Partido Liberal, hecho gobierno, ha sido promotor de las principales conquistas sociales de las que ha gozado el pueblo hondureño pero en los últimos cuatro años el partido ya no es el mismo.
El gran perdedor
Lo que sus dirigentes pensaron que solo sería una consecuencia negativa temporal en 2009, con motivo de su papel protagónico en la crisis política, ahora ven que la pesadilla del liberalismo apenas comienza.
Parece que el Partido Liberal fue el principal perdedor en aquella crisis. El partido viene en decrecimiento peligroso.
En los últimos ocho años su representación en el Congreso Nacional ha disminuido en un 57 por ciento.
Decrecimiento peligroso
En el período legislativo 2006-2010 el Partido Liberal tenía 62 diputados; esa cantidad bajó a 45 en el período 2010-2014 y 27 en el período que comienza.
“Los principios reales del liberalismo se han perdido. No vemos una alternativa real de solución a la crisis que vive nuestro partido. No se trata de festejar un año más, sino buscar la alternativa de solución de la crisis”, en opinión de Mario Noé Villafranca, un liberal que aboga por una reestructuración total del partido.
Las preocupaciones
“El sentimiento (que se percibe) en nuestro partido es que ha quedado viejo y aburrido, eso significa que debe haber una reestructuración. Debe de existir un verdadero renacimiento del liberalismo en Honduras”, añadió.
Las autoridades “deben pedir perdón” por el papel que jugó el partido en la crisis de 2009 y “por el silencio mortal que guardaron”.
Jorge Yllescas, liberal y analista, considera que su partido debe aprovechar el aniversario para “comenzar una discusión teórica, ideológica de sus principios, mesas redondas, para discutir el futuro del partido”.No debe limitarse a una fiesta de discursos.
El secretario general del Consejo Central Ejecutivo (CCEPL), Benjamín Bográn, reconoce que su partido “enfrenta un reto histórico. Para la autoridad del partido y para todos los liberales es una situación bastante delicada. Estar como tercera fuerza política es un reto para una reingeniería”.