Tegucigalpa, Honduras.- Para muy pocos es desconocida la crisis que atraviesa el Consejo Nacional Electoral (CNE) y que hasta hace unos días dio un nuevo chispazo de esperanza para continuar con el cronograma electoral de cara a las elecciones generales de 2025.
Estas complicaciones dentro del órgano electoral han generado la duda y la desconfianza en el pueblo hondureño, al punto de preguntarse ¿habrá elecciones o no en noviembre?
Para interpretar el por qué de esa problemática en el CNE, EL HERALDO dialogó con Olban Valladares, excandidato a la presidencia de la República, por el Partido Innovación y Unidad-Social Demócrata (PINU-SD). También fue diputado en el Congreso Nacional (CN).
¿Cuáles son sus valoraciones respecto a la crisis política que atraviesa el CNE?
Yo creo que esto era de esperarse, no es un caso fortuito. Esto obedece a una trama posiblemente urdida por la dirigencia del partido Libre, al momento en que designó a una persona cuyas características de actuación ya eran muy conocidas por el pueblo hondureño. Lástima que terminó con la defenestración, si se puede decir, por las presiones que sufrió la consejera Ana Paola Hall.
Obviamente esto trastocó el proceso normal que traía el Consejo Nacional Electoral y en algún momento se desestabilizó, sin haber llegado a interrumpir del todo el proceso electoral. Sin embargo, si se actúa con diligencia y se aprovechan los tiempos, creo que el Consejo tiene suficiente tiempo para enmendar el daño, siempre y cuando el representante del Libre en el Consejo no vaya a urdir nuevos trucos o nuevas exigencias que vuelvan a poner en peligro el proceso normal que hemos traído.
¿Qué es lo que busca Libre, a qué atribuye tanta traba en el órgano electoral?
Desde el punto de vista de la lógica política, cuando un partido en el poder siente que está debilitado -de acuerdo con las encuestas serias, porque hay otras encuestas que son pirujas, en el sentido de que obedecen a los deseos del que las paga-. Entonces, si usted tiene dos o tres fuentes que coinciden; cuando cuando chocan contra otra que le trae y le distorsiona las cifras, uno tiene que empezar a pensar: ¡Aquí está pasando algo!
Las manifestaciones de un gobierno que se siente debilitado porque no le favorecen las cifras, lo que pretende es precisamente torpedear, entorpecer los procesos normales, legales, que pueden llevarnos a un cambio de gobierno, empezando en noviembre y culminando en enero con la composición de nuevas autoridades.
¿Deberían de haber acciones penales para los responsables de atentar contra la democracia de Honduras?
Obviamente, es más, la ley para eso se hizo, para que se apliquen sanciones sin contemplaciones, sin distinciones y sin discriminaciones; pero cuando se pretende aplicar las leyes solo a los perros flacos, como se dice coloquialmente, como lo que al final pasó con los acontecimientos funestos del 9 de marzo, dónde a quienes pusieron en detención, fue a gente que no tenía nada que ver con el problema.
Miremos si la Fiscalía ha vuelto a decir: Esta boca es mía, hemos hecho este descubrimiento al final con las declaraciones de todos los motoristas que estaban ahí involucrados en los retrasos. Los motoristas dieron declaraciones, coincidieron todos en declaraciones separadas y al final, ¿Qué pasó? Nada. No pasó nada.
¿En su trayectoria y experiencia política, recuerda usted que el país haya enfrentado una crisis profunda y confusa como esta?
No como esta. Cada crisis ha tenido sus características. En el pasado, las crisis que se suscitaron fueron producto de la imprevisión. En el año 1982 que empezó este nuevo proceso y que nos ha llevado a tantos gobiernos sucesivos, con excepción de la reelección del expresidente Hernández, que fue a todas luces inconstitucional y sobre todo inmoral, fueron precisamente porque el sistema no estaba perfeccionado.
En la manera en que ha ido transcurriendo elección tras elección, los procesos, como por ejemplo: el voto domiciliario, la fotografía, la separación de los niveles electorales presidenciales y legislativos, y de la manera en que se escoge al Poder Judicial ahora, esos son mejoramientos que debemos darle su valoración.
Pero haber atentado contra el funcionamiento de una institución encargada y responsable de velar por el buen funcionamiento de un proceso electoral, no lo habíamos tenido.
En el pasado las crisis que se dieron fueron resueltas porque los dirigentes políticos de aquel tiempo, y me incluyo en eso, fuimos capaces de dialogar y de resolver en la mesa, lo que parecía ser una traba o un obstáculo para que continuáramos de una manera tranquila los procesos, y salimos muy bien.
Lo que ha faltado aquí, fue precisamente la voluntad de las partes de sentarse rápidamente antes de que el problema cogiera más fuerza y encontrar la salida. Se dieron los problemas por la falta de capacidad de interpretación hasta del lenguaje, cuando se empezó a dar una confundida entre lo que es consenso y lo que es unanimidad.
¿Qué hay que hacer para salvaguardar la democracia de Honduras y quiénes son los actores clave?
En primer lugar tendríamos que desvanecer esta generación de políticos que todavía tienen la resaca de los vicios anteriores, de los que caracterizaron las "elecciones tipo Honduras", durante mucho tiempo así se nos calificó y ahora es un término utilizado mundialmente. Las "elecciones tipo Honduras" califican a cualquier elección que esté fabricada fraudulentamente. Que se termine esa generación y hasta la mía; yo también tengo que desaparecer.
Queda esperar en la generación que viene, aunque algunas demostraciones que tenemos son que los hijos salieron corregidos y aumentados, pero en los vicios, no en las virtudes. Entonces, tal vez esperar que los nietos puedan tener un Honduras mejor y fabricar un Honduras mejor. Pero sin ser tan pesimista, yo creo que sí hemos avanzado bastante, y creo que hay más positivo que negativo.
Fíjese que cuando uno empieza a nombrarlos (a los actores clave), es mejor hablar del pecado y no del santo. Sí, porque ahora los resentimientos se resuelven de otras formas. Entonces, mejor "machete estate en tu vaina". Como decía el presidente Lobo: calladitos se ven más bonitos. Es bueno hablar del hecho sin señalar y que el pueblo identifique.
No es difícil identificar quiénes son los responsables detrás de los telones. Los que usted ve que aparecen en la cancha, provocando los problemas y causando estos inconvenientes, no son necesariamente los cerebros que están detrás de estas acciones, los cerebros están escondiditos.
¿Se podría realizar un proceso electoral sin el TREP, cómo sería el proceso sin él?
Claro que si se puede desarrollar. Por mucho tiempo tuvimos procesos, siempre con sus críticas y sus objeciones, pero nunca así como para impedir que un gobierno tomara posesión.
El problema es que aquí se hacen cosas para satisfacer demandas y después cuando no les conviene a alguien, entonces esos procesos que se hicieron para modernizar y para agilizar sobre toda la información al votante, empiezan a encontrarle lunares y a quererlo desvirtuar.
El TREP es un instrumento que se ideó y no es patrimonio de los políticos hondureños. El TREP es algo que se utiliza en todos lados, incluso en los Estados Unidos. Las informaciones vienen a los medios de comunicación, particularmente el pueblo está enterado de lo que está ocurriendo en el proceso del conteo. Bien utilizado, sin distorsiones, sin aprovechamientos dolosos, es un instrumento interesante, bonito; no tiene uno que esperar 48 horas para saber quién va ganando.
Lo que pasa es que aquí las mañas también han hecho que se utilice el TREP para dar informaciones prematuras y condicionar el pensamiento de la población de manera torcida en el sentido de que se aprovechan los primeros datos para para aprovecharse del señalamiento de una tendencia.
¿Con todos los atrasos que se han dado en relación al cronograma electoral bebe, Honduras debe apostarle a las elecciones generales a como dé lugar?
Absolutamente. El 30 de noviembre vamos a las elecciones, el 30 de noviembre el pueblo hondureño dará su veredicto sobre lo que ha transcurrido en los últimos cuatro años, el pueblo hondureño premiará o castigará dependiendo de cómo la haya pasado en la gestión del partido Libre en el poder.
El resultado de esa votación nos indicará a los hondureños, siempre y cuando no existan trucos fraudulentos, si no hay una distorsión de los resultados, si no vuelven a haber "elecciones tipo Honduras", repitiendo lo anterior; nosotros tendremos un resultado que va a satisfacer al pueblo hondureño.
De lo contrario, mis respetos. No quiero imaginar lo que pueda pasar. El pueblo está fastidiado, precisamente, de esta situación económica bastante grosera, independientemente de que las grandes cifras macroeconómicas que nos dicen las instituciones financieras internacionales, nos siguen favoreciendo.
En sentido de que los otros gobiernos que vienen ya con la mesa limpia, como ocurrió en el 2006, con la mesa limpia de deudas, nos volvimos a enjaranar mucho más que lo que estábamos antes del 2006, antes de que fuéramos condonados con la deuda internacional.
Ahí será la mesa de las decisiones grandes y ojalá que el pueblo lo piense con madurez, con sensatez y que piense precisamente haciéndose una pregunta. Después de tanta promesa, ¿estoy mejor o por lo menos igual que lo que estaba hace 20 años? La respuesta nos va a dar la intención del voto próximo al 30 de noviembre.
