Honduras

Niegan parentesco de Tony Hernández con expolicía acusado de narco

Melvin Edgardo Bonilla, abogado defensor de Tony Hernández, aseguró en un comunicado que el expolicía “no es pariente de nuestro representado, siendo absolutamente falso el argumento que ambos tienen conexión familiar”.

04.09.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La defensa de Tony Hernández, hermano del presidente de Honduras Juan Orlando Hernández, negó este miércoles que el expolicía acusado de narcotráfico por la Corte Federal de Manhattan tenga algún parentesco con su cliente.

'El señor Mauricio Hernández Pineda no es pariente de nuestro representado Juan Antonio Hernández Alvarado, siendo absolutamente falso el argumento de que ambos tienen conexión familiar', dijo Melvin Edgardo Bonilla, apoderado legal de Tony Hernández.

Mauricio Hernández Pineda fue señalado el miércoles 4 de septiembre de conspirar para importar cocaína a los Estados Unidos junto a Tony Hernández, quien según el boletín de prensa del Departamento de Justicia de los Estados Unidos es su primo.

'Hernández Pineda es un exmiembro de alto rango de la Policía Nacional de Honduras que participó y apoyó las actividades de narcotráfico de, entre otros, su primo, Juan Antonio Hernández Alvarado, también conocido como Tony Hernández', indica el comunicado.

Ante estas declaraciones, la defensa de Tony Hernández aseguró que 'Mauricio Hernández Pineda fue miembro de la Policía Nacional y fue separado de esa institución por la Comisión Especial de Depuración y Transformación el 23 de agosto de 2018, siendo además falso que ostentara un alto rango en la institución policial como maliciosamente se ha informado'.

Caso contrario a lo que aseguró el fiscal federal de Manhattan, Geoffrey S. Berman, quien dijo que Mauricio Hernández Pineda es un exmiembro de alto rango de la Policía Nacional.

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La justicia de Estados Unidos también señala que proporcionó seguridad armada para envíos de cocaína a través de Honduras y facilitó información confidencial sobre las operaciones planificadas por parte de la Policía para que pudieran evadirlos mientras transportaban cocaína a través de Honduras.

'Para protegerse de la interferencia oficial y para facilitar el paso seguro a través de Honduras de cargas de cocaína de varios cientos de kilogramos, los narcotraficantes pagaron sobornos a funcionarios públicos, incluidos ciertos miembros del Congreso Nacional de Honduras', detalla el boletín de la Corte Federal de Manhattan.

Mauricio Hernández Pineda, de 47 años, de Honduras, está acusado de tres cargos por conspirar para importar cocaína a los Estados Unidos.

El comunicado íntegro de la defensa de Tony Hernández:

La defensa del ciudadano Juan Antonio Hernández Alvarado, ante informaciones falsas y tendenciosas consignadas en un documento del Departamento de Justicia de los Estados Unidos y replicadas en diversos de medios de comunicación, a la comunidad nacional e internacional comunica:

1. El señor Mauricio Hernández Pineda NO ES PARIENTE de nuestro representado Juan Antonio Hernández Alvarado, siendo absolutamente FALSO el argumento de que ambos tienen conexión familiar.

2. El señor Mauricio Hernández Pineda fue miembro de la Policía Nacional y fue separado de esa institución por la Comisión Especial de Depuración y Transformación el 23 de agosto de 2018, siendo además FALSO que ostentara un alto rango en la institución policial como maliciosamente se ha informado.

3. El señor Mauricio Hernández Pineda deberá responder a título personal en la Corte Federal de Manhattan, donde ha sido acusado de tres cargos: Conspirar para importar cocaína a los Estados Unidos, Usar y transportar ametralladoras y dispositivos destructivos y conspirar para usar y transportar ametralladoras para promover la conspiración de importación de cocaína.

4. Exigimos que se respete el debido proceso y el estado de presunción de inocencia, porque nadie puede ser declarado culpable sin ser vencido en juicio y sin pruebas en su contra.

5. La defensa de Juan Antonio Hernández Alvarado sostiene que los testimonios de narcotraficantes en su contra tienen un afán de venganza y carecen de sustento y de carga probatoria.