El proceso de identificación y la consecuente celebración de un proceso electoral sin dificultades y transparente, ha entrado a una etapa de incertidumbre y de sospechas políticas, según las primeras indagaciones de EL HERALDO.
La indiferencia del gobierno y del Congreso Nacional de no otorgar los fondos a tiempo al Registro Nacional de las Personas (RNP) y al mismo Tribunal Supremo Electoral (TSE), está generando las primeras preocupaciones.
Estas preocupaciones son similares a las ocurridas en 2009, cuando a solo cinco meses de las elecciones generales en el país los organismos en referencia no habían recibido ni un cinco para financiar técnica y logísticamente el sistema.
Comienza a crearse un ambiente de dudas, de falta de voluntad política de parte de quienes tienen bajo su responsabilidad el desembolso de recursos para documentar a los hondureños.
El RNP ha entrado a una fase de verdadera crisis financiera ante la falta de recursos que cada vez asfixia a la institución.
Según las fuentes consultadas, de 240 millones de lempiras justificados ante la secretaría de Finanzas desde el año pasado, solo le ha entregado al RNP 16 millones.
Este dinero solo sirvió para comprar material para la elaboración de medio millón de tarjetas, en su mayoría de nuevos electores que estarán aptos para votar en las elecciones primarias.
Según el RNP, un total de 791,741 jóvenes cumplirán los 18 años y, consecuentemente, estarán aptos para votar.
De ellos, 611,741 podrán hacerlo desde las elecciones primarias porque tendrán derecho a recibir su tarjeta de identidad antes del 18 de noviembre.
Los demás, 180,000 podrán hacerlo el próximo año porque adquirirán su derecho antes de la celebración de las elecciones generales.
La Ley del RNP ordena al Estado documentar a los jóvenes que pueden tramitar su identidad desde los 17 años pero recibirla hasta los 18.
Los 16 millones entregados por Finanzas también sirvieron para pagar los sueldos atrasados de empleados temporales que elaboran el Censo Nacional Electoral, que esta vez superará los cinco millones de ciudadanos.
Pero el RNP necesita de fondos urgentes para atender otras necesidades, también relacionadas con el proceso electoral.
Por ejemplo, tiene una deuda acumulada desde el año pasado de 40 millones de lempiras con la empresa Iafis/Honduras, contratada para darle mantenimiento al vetusto equipo de impresión, comprado hace 16 años.
La maquinaria por ahora solo trabaja una vez por semana (los miércoles) porque no tiene capacidad para hacerlo diariamente.
Si así fuera, como seguramente se le exigirá, el sistema deberá ser sometido a un proceso de afinamiento que abosorberá diez millones.
Aparte del material para medio millón de tarjetas, que ya se encuentra en el país, el RNP urge de 18 millones para comprar material teslin para otro millón de tarjetas (reposición).
Toda esta documentación tiene que hacerse antes del 18 de noviembre.
La demanda electoral también requiere la compra de impresoras, PC, servidores, sistemas de almacenamiento, estaciones fijas de identificación, maquinaria específica para mecanizar los registros civiles. Todo esto representa una inversión de aproximadamente 40 millones.
También se requieren fondos para el pago de salarios de empleados temporales que laborarán en los registros móviles y los centros temporales de transcripción, que se instalarán en 24 regiones para que el formulario llenado por el ciudadano no venga a Tegucigalpa, sino que se quede en cada departamento para hacer más expedito el trámite.
EL RNP tiene todo un cronograma electoral, pero este avanza lento por la falta de recursos financieros.
Si el dinero no llega a tiempo, se quedarán sin su tarjeta de identidad 1.5 millones de ciudadanos, solo para las elecciones primarias.
Este proceso de identificación está relacionado únicamente con el material teslin, que corresponde al diseño actual de la tarjeta de identidad.
El otro material, el policarbonato, corresponde a la renovación del diseño, que implicaría 700 millones de lempiras, otra historia que contar. Al no poder ejercer el sufragio más de un millón de hondureños obviamente el proceso primario se pone en riesgo.
La abstención electoral sería elevada, lo que iría en detrimento de la institucionalidad y del sistema democrático. Las fuentes consultadas indicaron que los funcionarios del RNP están preocupados, aunque mantienen la esperanza de que el impasse financiero se solucionará pronto.
Por ahora, Finanzas les explica que “el flujo de caja” es el gran culpable de esta tardanza. Lo que sí está claro en todo esto es que hay falta de voluntad política para buscar otras opciones.
TSE solo ha recibido cinco millones
Tegucigalpa. No solamente el Registro Nacional de las Personas (RNP) comienza a sentir el peso de la falta de recursos.
También el Tribunal Supremo Electoral (TSE), organismo, al que Finanzas solo le ha dado cinco millones a menos de un mes de la convocatoria a elecciones primarias. El TSE ha tenido que desviar fondos de su presupuesto ordinario para hacerle frente a gastos relacionados con la inscripción de los nuevos partidos políticos.
El Congreso Nacional, cuando aprobó el Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la República, destinó 400 millones para las elecciones (240 para el RNP y 160 para el TSE).
En su momento los responsables de este presupuesto electoral explicaron al TSE que su partida era provisional, que aumentaría según las necesidades.
Después de la convocatoria, viene la exhibición de los listados provisionales de electores, que implica otro gasto para el TSE.