El gobierno consideró que el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en La Haya, Holanda, que define nuevas fronteras marítimas entre Nicaragua y Colombia, no afecta los intereses de Honduras.
El pasado lunes, la CIJ dejó sin validez un tratado internacional de delimitación marítima firmado entre las dos naciones, en un hecho que, según los analistas, perjudicaría los intereses hondureños.
En el fallo, la Corte Internacional extendió la soberanía marítima de Nicaragua en el Caribe (hacia el este), pero mantuvo parte del límite al oeste de la isla San Andrés como quería Colombia, a quien atribuyó todos los cayos en disputa de esa región rica en petróleo y otros recursos.
Con este fallo, Honduras pierde su frontera marítima con Colombia y una parte de territorio marítimo que estaba a la espera de definirse y que, según los expertos, pasó a la soberanía nicaraguense.
Sin embargo, este extremo es rechazado por la secretaría de Relaciones Exteriores.
Carlos López Contreras, asesor de la Cancillería de la República, manifestó que no existe ninguna repercusión para Honduras con el fallo.
“No hay ninguna implicación, ninguna repercusión porque la sentencia dictada el día de ayer (lunes) lo que hace es sencillamente confirmar, con relación a Honduras, la sentencia del 2007 que delimitó espacios marítimos entre Honduras y Nicaragua; entonces como no lo modifica, prácticamente es una confirmación de como estaba el fallo de 2007”, explicó.
Contreras si confirmó que Honduras ya no tendrá fronteras en el mar con Colombia a raíz del fallo emitido, luego de que Nicaragua demandara a Colombia por la validez del Tratado Bárcenas-Esguerra, firmado en 1928 cuando Managua cedió a Bogotá las islas San Andrés y Providencia.
A raíz de ese tratado se fijaron en 1969 los límites marítimos de ambas naciones en el meridiano 82. Nicaragua alegó ante la CIJ, a inicios de este siglo, que el tratado no delimitaba esa frontera.
Honduras y Colombia firmaron en 1986 el tratado de límites marítimos Ramírez-López en base al Bárcernas-Esguerra.
Nicaragua denunció en 2001 ese tratado (el Ramírez-López) ante la CIJ aduciendo que le cercenaba su proyección hacia el Caribe (arriba del paralelo 15).
La CIJ se pronunció sobre esa denuncia en 2007, año en el que prácticamente lo dejó sin valor ni efecto.
A raíz de esa decisión, la Corte delimitó una parte de la frontera de Honduras y Nicaragua, desde el Cabo de Gracias a Dios hasta el meridiano 82.
A partir de ese punto (meridiano 82) la CIJ dejó una línea punteada (frontera no definida) previendo que ese tribunal debía dilucidar otro diferendo entre Nicaragua y Colombia y que tenía de cierta forma mucha relación.
“Honduras no pierde absolutamente nada porque la frontera de Honduras con Nicaragua estaba delimitada desde 2007”, reiteró Contreras, quien sostuvo que “jurídicamente (Honduras tiene fronteras en el mar con Colombia) y materialmente no la tiene”.
El asesor de la secretaría de Relaciones Exteriores explicó que “jurídicamente porque hay un tratado entre las partes pero que no tiene aplicación porque hay una realidad jurídica y materialmente en el mar decidida por la Corte Internacional de Justicia”.
“Hay que tener en cuenta que esta delimitación, este fallo, es una contienda entre Nicaragua y Colombia, como la mayoría sabe, este juicio ha durado 12 años y una primera etapa resuelve el tema territorial... la frontera de Honduras se mantiene y no se pierde ni un centímetro”, explicó Contreras.
