“Creemos que debe existir una mayor regulación en el proceso de emitir las incapacidades médicas a los empleados de las empresas”, recomendó el representante del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) ante el Instituto Hondureño del Seguridad Social, Mario Bustillo.
Para este representante gremial, quien además es director de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT), han tenido conocimiento respecto a la facilidad mediante la cual algunos empleados del sector privado obtienen estos permisos legales para ausentarse de sus labores debido al padecimiento de una enfermedad.
Es del parecer que este tema se acentúa en la zona norte del país, donde existe una mayor incidencia de enfermedades tropicales como el dengue y la malaria.
“Creo que esto representa un gran impacto para la economía de las empresas porque se atrasan los procesos productivos y en algunos casos se debe contratar a personal adicional que cubra al paciente”,
expresó.
El impacto por estos vectores tropicales, para el caso, puede afectar hasta un 10% del personal de la unidad de negocios, dependiendo de la cantidad de personas y el tiempo de la incapacidad que se brinde.
Bustillo es del criterio que el efecto negativo en las finanzas de las empresas se magnifica en la medida que se prolonga esta ausencia laboral con goce de sueldo. Coincidió en que este es el caso de trabajadores que enfrentan padecimientos como el VIH-sida u otras enfermedades, aunque desconoce cuál es costo económico que puede representar.
Es del parecer que la incapacidad es un derecho que poseen los trabajadores, pero que debe ser emitido con ética y responsabilidad por el personal médico.
“Debe existir un buen control y una justificación médica que sustente cada incapacidad laboral porque el salario siempre se paga al empleado y esto representa un costo para la empresa”, indicó.
Investigación
El presidente de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), Adolfo Facussé, indicó que este tema amerita un mayor análisis e investigación porque los datos y estadísticas que se tienen son escuetos.
“Necesitamos analizar y determinar cuántos días se ausentan nuestros empleados para tener una base más científica que nos permita conocer si este tema tiene un impacto significativo y si representan un hecho recurrente en los puestos de trabajo”, recomendó.