Tegucigalpa, Honduras.- A menos de cuatro meses de las elecciones generales previstas para el próximo 30 de noviembre, el tenso ambiente electoral podría impactar en el voto si los partidos Liberal, Nacional y Libertad y Refundación (Libre) no se ponen de acuerdo en el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Analistas consultados por EL HERALDO Plus afirmaron que la hostil y hasta violenta atmósfera previa a los comicios generales se debe a "la gran fragilidad institucional’’ que atraviesa el país luego de las elecciones primarias, cuando la entrega de material electoral fue el principal factor de una lucha contra el tiempo.
Para los expertos, se trató de una estrategia para disminuir el voto basado en la confusión y conflictividad del plan logístico, pero para las elecciones generales el caos, desconfianza y hasta polarización podría generar apatía electoral.
A esto se suma un riesgo latente de que no existan comicios, justo como advirtió el jueves pasado la consejera presidenta del CNE, Cossette López.
"La polarización de los entes electorales podría afectar al voto, que puede empezar a mostrar una especie de fatiga democrática en el sentido que sientan que los procesos electorales en Honduras cada vez son más precarios y caóticos", aseguró el analista Héctor Soto.
El analista dijo que esto se debe a que "no tienen propuestas de fondo con una discusión política que los involucra, sino por el contrario, es una discusión política que los ahuyenta y los aísla’’.
Y enfatizó que hasta el momento, los partidos políticos están ''erróneamente'' enfocados en tratar de convencer a las personas que ya forman parte de su militancia, olvidando por completo el voto independiente, que no está estrictamente ligado a un color político o afiliación política, pero que representará un peso decisivo en los comicios generales.
''Todo lo que estamos viendo por parte de los tres partidos es un esfuerzo innecesario por intentar seguirle hablando a un elector que ellos ya cautivaron, la oportunidad que se está perdiendo y deteriorando, lo que afecta directamente al voto independiente'', afirmó el experto.
La opinión de Soto coincide con la del analista Héctor Alvarenga, quien consideró que "hay una fragilidad institucional, no solo del Consejo Nacional Electoral, sino en todos los demás entes del Estado", refiriéndose a la situación política, pero también a los casos de corrupción en otras secretarías.
En el CNE, por ejemplo, la crisis llegó hasta el Congreso Nacional, donde los tres consejeros (Cossette López, del Partido Nacional; Ana Paola Hall, del Liberal y Marlon Ochoa, de Libre) fueron llamados a comparecer tras la obstrucción en el proceso de recepción de ofertas para el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP).
En sus declaraciones, López denunció sabotaje al cronograma electoral y culpó a Ochoa y a un grupo de Libre de poner en riesgo las elecciones. Ochoa, por su parte, acusó a ambas consejeras de querer aplicar el "esquema del fraude 2013-2017-2025”, en el que aseguró que querían aplicar "el Plan David Matamoros Batson (en referencia al expresidente del extinto Tribunal Supremo Electoral)".
Esto "nos deja en un panorama sumamente delicado porque si estas mismas autoridades no actuaron en el boicot de las elecciones primarias, que son las que van a garantizar supuestamente las garantías de los ciudadanos hondureños en el proceso de las elecciones generales, pues es sumamente preocupante", dijo Alvarenga.
El analista también calificó el accionar como "sumamente delicado’’, ya que además de ser una situación confrontativa, arrastra ilegalidades.
‘’Se está planteando una cultura de ilegalidad, de no seguir la norma y los procesos establecidos en ley, que no vaya a resultar esto en un caos o en una guerra civil, porque así como yo veo las cosas, no estaríamos lejos’’, apuntó el experto.
Para Gabriela Castellanos, directora del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), "obstaculizar un proceso electoral no es solo un delito: es una agresión directa contra la soberanía del pueblo. Cuando el poder manipula elecciones para perpetuarse, ya no gobierna: secuestra".
En medio de todo el ambiente previo a los comicios primarios, expertos en materia electoral aseveran que todo el panorama electivo se debe a una colisión de intereses conformada por las tres fuerzas políticas –Partido Nacional, Liberal y Libre–, sumado a los mismos consejeros del CNE.
Para Soto, no es algo nuevo, ya que en Honduras los procesos electores siempre se han visto marcados por la polarización de intereses políticos.
Pese a eso, cuestionó la transparencia que conformará los próximos comicios generales, ya que "para los hondureños no es nueva esta sensación de tensión, pero claramente sí afecta las elecciones, porque en el mejor de los casos sí vamos a tener elecciones, pero la pregunta es cuál va a ser la calidad de las mismas’’.
Soto aseguró que los acontecimientos al rededor la fallida licitación del Sistema de TREP, provocada por un boicot protagonizado por colectivos afines a los partidos Libre, también afectan en la credibilidad de los comicios generales y afirmó que se debe a una lucha de intereses.
"El partido que se siente afectado por el TREP es Libre y los simpatizantes están mostrando esa sensación de impotencia con frustración y la están traduciendo en violencia", lamentó Soto.
El experto tachó de error que los simpatizantes de un partido político bloqueen una institución del Estado y que eso termine entorpeciendo un proceso administrativo de contratación del TREP, que "es lo que hemos visto en este momento con el tema del CNE, porque eso termina afectando el calendario electoral''.
A esto se suma la ausencia del consejero Marlon Ochoa a las sesiones del CNE. Ante esta situación, las consejeras del Partido Nacional y Liberal, amparadas en el artículos 18 de la Ley Electoral y los numerales 4, 10 y 12 del reglamento de sesiones del pleno, convocaron a Carlos Enrique Cardona como consejero suplente.
Para el exfiscal Edmundo Orellana, las "interpretaciones del vocablo “consenso” (unanimidad y mayoría acatada), ocultan el verdadero problema en el CNE, que no es lingüístico ni legal, tampoco asegurar transparencia, sino que cada contendiente, sabiendo que habrá fraude, pretende que el suyo se imponga sobre el fraude urdido por el otro".
En su cuenta de X, Orellana lamentó que "el partido que compre más credenciales podrá manipular las actas y si, además, controla su verificación y la transmisión de resultados, asegura la victoria. Exijamos la desaparición de este modelo fraudulento en el que nuestro voto no importa".
Retraso en el cronograma
El exconsejero del CNE, German Lobo, catalogó el accionar de Libre y su representante ante el CNE, Marlon Ochoa, como "patadas de ahogado'', con el propósito de atrasar el cronograma electoral.
"Lo que está sucediendo con Libre son actos de desesperación, porque según las consultas de opinión, y los últimos acontecimientos los han dejado más bajos ante la población y ante los electores'', afirmó.
El exconsejero aseguró que pese a todo lo que esta sucediendo a lo interno del órgano electoral y el panorama que rodea las futuras elecciones generales ''las decisiones se toman por mayoría o por unanimidad e independientemente de lo que ellos opinen, hay muchas ofertas sobre el recibimiento de estas empresas, pero existen otros proyectos electorales que se tienen que ir trabajando''.
Por eso, destacó la importancia de seguir el cronograma electoral antes, durante y después de las elecciones. Por ejemplo, para el 7 de julio estaba programada la recepción y la apertura de las ofertas del TREP.
La Ley Electoral dice que el CNE deberá adjudicar el TREP cuatro meses antes de los comicios generales, de lo contrario los consejeros incurrirán en responsabilidad penal.
Tras un análisis técnico de los ofertantes, para el 29 de julio el CNE debía adjudicar el TREP a la empresa ganadora. En los meses previos a las elecciones, el ente electoral también debe contratar a la empresas encargada de la conectividad, del sistema biométrico o coordinar con el RNP el censo electoral.
