“Ahora en vez de tener una ley, tenemos cuatro leyes mordaza, que vienen a ser una tortura para la sociedad”, sostuvo el viernes Ruth Lafosse, experta en telecomunicaciones.
Lafosse acudió al Congreso Nacional, a la inauguración de las mesas de diálogo para consensuar ahora cuatro nuevos proyectos de reformas de leyes que atentan contra la libertad de expresión y de libre empresa.
A mediados de semana, sorpresivamente la Comisión dictaminadora de las reformas a la Ley de Telecomunicaciones leyó en el pleno del
Congreso Nacional un informe- supuestamente de los hallazgos producto de los consensos regionales- donde ahora ya no hablan nada más de modificar la Ley de Telecomunicaciones, sino que también propone reformar o elaborar una nueva Ley de Libertad de Prensa y Libre Emisión del Pensamiento.
Asimismo, plantean reformas a la Ley Antimonopolio y a la Ley de Contratación del Estado con énfasis al control de los medios de comunicación.
Control
De acuerdo con Lafosse, la destitución de los cuatro magistrados de la Sala de lo Constitucional, la intervención del Ministerio Público y ahora estas “cuatro leyes mordaza”, solo muestran que se está cerrando el círculo para consolidarse en el poder.
“Si usted tiene la Corte, la Fiscalía a su lado, si usted no tiene nadie que hable, ¿qué le espera? un poder absoluto”.
Si estas leyes se aprueban como se proponen, la consecuencias para la sociedad serán terribles. Honduras ya tocó piso, reflexionó Lafosse.
Según esta experta en telecomunicaciones, mantener dividida a la sociedad es la mejor manera de imponer leyes que pudieran atentar o violentar los derechos de las personas.
Por su parte, Armando Urtecho, representante del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), sostuvo que esa entidad había preparado observaciones para la propuesta enviada por el Poder Ejecutivo, pero ahora se encuentran con que hay que hacer observaciones a otros tres temas.
En cuanto a las medidas antimonopólicas, Urtecho recordó que el país ya tiene una Ley Antimonopolio, pero no se toma en cuenta a la Comisión de Defensa y Promoción de la Competencia.
“Todo eso que quiere regular, ya está determinado ahí. ¿Qué reformas vamos hacerle a esa ley?, si esa es una de las mejores leyes que ha producido el Congreso. Es más, es una ley modelo a nivel internacional. Si la queremos reformar solo para regular un sector sería arruinarla”, sostuvo.
Sobre el que los dueños de medios de comunicación deben tener un portal de transparencia donde publiquen los nombres de sus 25 clientes más grandes, Urtecho explicó que eso violenta el Código del Comercio y viola la Constitución de la República. ¿Por qué yo tengo que darle al funcionario quiénes son mis proveedores, quiénes son mis clientes si eso está prohibido en la ley?, cuestionó.
Sostuvo que “esto solo puede servir para el chantaje, para que la gente malviviente que hay en el país persiga a quienes son los que contratan”.
También hablan de una nueva Ley de Libre Emisión del Pensamiento y argumentan que se debe cambiar porque es del año 58.
“Esa ley fue emitida en 1958 derivada de los abusos del año de 1936 durante la dictadura del presidente (Tiburcio) Carías, lo que pasa que ya se les olvidó eso”, dijo.
El que en esta normativa aparezca que los que trabajan en los medios de comunicación no serán llamados a prestar el servicio militar obligatorio no es argumento sólido para querer cambiarla.
“¿Qué queremos hacer con esta ley? ¿Queremos fortalecerla o hacer una nueva con un concepto distinto para regular los medios y la expresión de los ciudadanos?” se preguntó.
Muchos dirán ¿por qué se mete usted en eso si es del sector privado?, “porque nosotros somos ciudadanos también, y tenemos derecho a opinar en favor del ciudadano”, afirmó Urtecho.
Entre tanto, Orle Solís, presidente de la comisión dictaminadora, al referirse a los cuestionamientos, expresó: “Vamos a respetar las recomendaciones del Relator de las Naciones Unidas, que en primer lugar dijo que estaba en contra de la concentración de los medios, de los monopolios, y en contra de restringir la libertad de expresión y del pensamiento, y que hay que partir de lo que establece la Constitución, las leyes, las convenciones y tratados internacionales, enmarcados en eso lo vamos hacer”.
Exigencia
Mientras se desarrollaba el diálogo, ingresó apresuradamente a la sala el titular de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, Ricardo Cardona y con una actitud casi impositiva le exigió a los diputados que aprueben las reformas a la Ley de Telecomunicaciones porque eso “es urgente”.
Ante la prepotencia del funcionario de Conatel, la diputada Welsy Vásquez le pidió más respeto. Aunque el proyecto lo mande el Ejecutivo eso no significa “que nosotros lo vamos aprobar tal y como está, entonces nosotros no estamos haciendo nuestro trabajo, con el respeto que usted se merece comisionado”, le manifestó Vásquez.
Al abandonar la reunión, Cardona repitió que “estas reformas a la Ley de Telecomunicaciones ya fueron suficientemente socializadas. La socializó el Presidente de la República con más de cien organizaciones en Casa Presidencial, donde fueron todos los sectores. Los diputados también han ido por todo Honduras a socializarla”.
Manifestó que le solicitó al presidente del Congreso Nacional, Juan Orlando Hernández, que la aprobación se realice manteniendo el espíritu de las reformas “que es democratizar, humanizar y, sobre todo, modernizar el sector de las telecomunicaciones”.
“Yo pensaba que veníamos al dictamen, nos están diciendo que van hacer mesas de trabajo”. Esto ya debe aprobarse porque entre “más tardamos más se va a complicar la situación. Necesitamos que esto se apruebe rápidamente, y le estamos pidiendo que no dividan la ley en seis partes, sino que la reformas son claras, son integrales. Porque si la dividimos en seis partes o en cuatro vamos a empezar a discutir ley por ley que se tienen que reformar”, expresó.
Al final de la cita, se acordó que los asesores técnicos del Congreso organizarán las mesas de diálogo por tema, y la próxima semana llamarán a los representantes que nombren los sectores interesados para reiniciar la discusión.
