Tegucigalpa, Honduras.- El cardenal, Óscar Andrés Rodríguez, lamentó este domingo “la soberbia y la arrogancia” de algunos líderes hondureños y del mundo, al tiempo que abogó por una Navidad “más humana” y “más feliz” en el mundo.
Durante la homilía dominical de este 8 de diciembre, Rodríguez apuntó que muchos de estos líderes no pueden dejar a un lado la autosuficiencia.
“Cómo nos da tristeza y, a veces, lástima escuchar la soberbia y arrogancia de muchos líderes en el mundo y también en Honduras. Se deben enderezar los caminos torcidos y las desigualdades que hay en el mundo”.
En su participación, el cardenal de la iglesia Católica llamó a la feligresía a tener una vida plena, llena de fe, esperanza y no escuchar voces extrañas que llaman a la moda y a pasar una Navidad desierta. El verdadero sentido de la Navidad es Cristo y no lo material, destacó.
“Preparar el camino al Señor, hermanas y hermanos, quiere decir: yo no puedo seguir indiferente a un Dios que me ama, a un Dios que me está llamando en este Adviento del 2024. Esa es la buena noticia del Evangelio: Dios en Cristo te ofrece su amor, te ofrece su vida a todo ser humano sin excepción”, aseveró.
El cardenal insistió en que la esperanza debe ser el motor para superar los problemas que enfrenta Honduras. “Un llamado a la esperanza, un llamado también a que nosotros podemos salir de esta situación de violencia, de robo, de maldad, de confrontación y de odio. Podemos salir. Honduras puede ser mejor”.
Continuó: “Casi siempre los medios de comunicación dicen: esta Navidad va a ser triste porque no habrá tamales, porque no habrá pavo, porque no habrá quién sabe cuántas cosas. No, eso no causa tristeza. Lo único que puede causar tristeza es una Navidad sin Dios, una Navidad sin Cristo. Aunque puedan faltar las cosas materiales, lo que nos da alegría no son las cosas, no son las posesiones”.
Para el cardenal Óscar Andrés Rodríguez, la verdadera alegría radica en abrirse a Dios y dejar atrás el luto espiritual. “La verdadera alegría está en abrir el corazón a Cristo y decirle: quiero sacar el vestido de luto, tengo que dejar el vestido de luto y vestirme con el vestido de fiesta que Dios me está ofreciendo”, concluyó.