El 25 por ciento de la población de la aldea El Porvenir, en Siguatepeque, son artesanos del barro.
En la comunidad unas 50 personas entre adultos y jóvenes viven del arte de fabricar piezas moldeadas con la tierra.
Se estima que la producción semanal de las artesanías de la comunidad es de 3,500 piezas, de las cuales en su mayoría se comercializa en la localidad.
Y es que en la ruta de las ventas cuentan con intermediarios que se encargan de llevar el producto hacia otras comunidades del país.
Los artesanos aunque en un menor porcentaje exponen sus productos en ferias locales.
Según autoridades locales en la comunidad se produce el 90 por ciento de las artesanías de barro que se comercializan en el departamento de Comayagua.
Albina Girón, es una de las más experimentadas artesanas, y es a su vez una de las mayores productoras de piezas artesanales.
La señora mantiene en su patio centenares de figuras decorativas, unas con diseños exclusivos, pues con los años ha tratado de armas sus propias creaciones.
De acuerdo con Girón al amanecer reúne a los miembros del hogar con la finalidad de crear nuevas figuras o replicar las que se han agotado.
En el horno que construyó Albina en el patio de su casa se cocinan más de 70 piezas semanales.
La entrevistada aseguró que además de sus familiares también ha logrado emplear a otras personas, cuando aumentan los pedidos.
Detalles
Cada pieza requiere dedicación según la señora pues el proceso en su mayoría es manual. “Desde el amasar el barro, diseñar cada figura, quemado de cada pieza, tallada y pintado”, requiere de tiempo.
En el taller se arman jarrones de más de un metro de alto, con un costo de entre 50 a 2,000 lempiras, según el diseño y tamaño.
La familia en la actualidad analiza la posibilidad de patentar los diseños de sus artesanías, en especial las de gran tamaño, pues consideran que son exclusivos. Los artesanos del barro del departamento se concentran en los municipios de Siguatepeque y Comayagua, aunque se carece de estadísticas específicas para conocer cuantos talleres y personas emplean.
Diseños en cuero
Los trabajos artesanales en cuero aún mantienen demanda en Siguatepeque, comunidad donde unas seis personas realizan esta labor.
“Hacemos fajas, fundas para navajas y bolsos, no hago más variedad porque no la mano de obra para este trabajo es escaza en la comunidad”, explicó Javier Cálix, artesano del cuero.
En uno de los cubículos del mercado San Francisco se encuentran la familia Jiménez la única ha quedado en Comayagua haciendo esta labor.
En cada rincón del negocio se observan implementos de cuero para diferentes usos.
Ángel Jiménez, propietario del negocio, dijo que en el taller confeccionan monturas para caballos, fajas, carteras, sandalias.
El taller de la familia Jimenez surte los negocios de venta instalados en otros puestos de los mercados de la ciudad y vendedores ambulantes.
Madera
En el municipio de Comayagua lo que más se produce de forma artesanal son los trabajos tallados en madera.
En el área urbana de la localidad funcionan siete talleres de madera, con diferentes productos para comercializar.
Uno de los centros de producción permanece en manos de Walter Zuniga, quien desde hace cinco años se dedica a la producción de artesanías de la madera.
Cofres, joyeros, llaveros de distintos tamaños son fabricados por Zuniga y comercializados en su propio taller.
“Para vender hay que sacar diseños novedosos y los más comunes son los paisajes pero hay clientes que buscan formas diferentes como una caricatura”, manifestó Zuniga.
Los precios de las artesanías que arma Zuniga cuestan entre 300 a 3,000 lempiras.
Mercado opcional
Los artesanos de barro, cuero y madera del departamento aún no logran enviar sus productos al extranjero de forma permanente o en amplios pedidos como ha sucedido en otras zonas del país.
Lo único que han logrado es ampliar sus ventas al participar en ferias en municipios cercanos y las ventas a turistas internos o internacionales que al visitar las comunidades también aprovechan para adquirir algún articulo decorativo como recuerdo.
Los microempresarios al igual han carecido durante décadas de apoyo para formarse en temas de desarrollo empresarial o financiamiento estatal.
La palma suyate, presente en la zona central de Honduras (Comayagua y Francisco Morazán), se utiliza para la confección artesanal de escobas, aunque el aprovechamiento excesivo y los incendios en el parque Nacional Montaña de Comayagua han disminuido los volúmenes aprovechables, siempre se da aunque a menor escala.
Esta especie de restos de palmeras se utiliza también para la fabricación de matates, canastillas, y sombreros.