Cuando Óscar Montoya (73) perdió su visión y su incondicional esposa María Bustillo (65) quedaba sin energías para mantener el hogar, los capitalinos no dudaron en actuar.
Incluso, la historia de esta pareja de abuelitos, quienes vivían agobiados por una crisis económica extrema -al grado de no poder pagar el alquiler-, trascendió a fronteras internacionales.
Varios residentes en Estados Unidos se sumaron de manera anónima a la causa y decenas de capitalinos y empresas privadas apadrinaron a los ancianos con dinero y atenciones médicas.