Entretenimiento

La niñez entre la maldad de la camorra

Valerio Spada realiza una exposición inspirada en las dificultades de ser niña-adolescente en barrios de Nápoles.

FOTOGALERÍA
27.01.2013

Mientras en otras ciudades italianas las niñas viven su adolescencia plenamente, las jovencitas de algunos barrios de Nápoles, se desarrollan entre la maldad, aquella que las obliga a saltarse muchas etapas de su vida.

Y es lo que representa el fotógrafo y documentalista italiano, Valerio Spada, en la exposición realizada en Madrid en la que hace un duro retrato de las dificultades de ser niña-adolescente en una zona empapada de sangre, y que tiene como hilo conductor la trágica historia de Annalisa Durante, una chica de 14 años de edad, que murió a las 11:00 de la noche del 27 de marzo de 2004, cuando fue utilizada como escudo humano por Salvatore Giuliano, cuando dos sicarios en moto se acercaron para matarlo, frente a la tienda del padre de Annalisa, en el barrio napolitano de Forcella. Así como este barrio, muchos otros han sido tomados por la camorra, una organización criminal mafiosa que ha extendido sus tentáculos hasta la región de la Campania y la ciudad de Nápoles.

Spada, no tiene ninguna esperanza de que esta zona del sur de Italia se recupere, y lamenta que ahí “mueven tanto dinero que es imposible”.

En esta región lo más frecuente, según el fotógrafo, es que las niñas “sean madres a los 13 o 14 años, saltándose la adolescencia que en el resto de Italia se vive plenamente. Se convierten en mujeres de mafiosos y cuando ellos caen en prisión, no dudan en sustituirlos. Es su destino”.

Las fotografías muestran a jovencitas que posan desafiantes en diferentes circunstancias, como Sabrina, de 11 años, una niña cantante de las que se suelen contratar para animar las fiestas familiares de los mafiosos. Desde la primera palabra que entonan empiezan a llorar a lágrima viva. Cuanto más lloran, más cobran. Y esa parece ser la aspiración máxima para estas pequeñas si nadie lo remedia. El rostro aquí lo ponen adolescentes de futuro más que incierto como Mergellina, una chica de 14 años que posa en bikini en Secondigliano, barriada de las afueras de Nápoles considerada la más peligrosa del mundo.