Ganadora del Oscar y del premio Tony, considerada como la tercera mejor estrella femenina de todos los tiempos, el nombre de Audrey Hepburn está inmortalizado como una de la grandes figuras del séptimo arte.
Este domingo que se cumplen 20 años de su muerte en un pequeñísimo pueblo de Suiza, cuando tenía 63 años, recordamos a la diva de Hollywood.
Sus amigos escribieron en su epitafio: “Si existen los ángeles, deben tener los ojos, las manos, el rostro y la voz de Audrey Hepburn”.
Y es que fue una de las actrices con más estilo de todos los tiempos, y no solo porque su familia imprimiera en ella los elegantes ademanes de la clase alta, sino por su delgada y esbelta figura, su sonrisa delicada y por una sofisticada forma de moverse que cambió Hollywood y los gustos de una generación.
Antes de morir de cáncer, era embajadora de UNICEF y su solidaridad humanitaria por los niños pobres marcó sus últimos días de su vida. Los viajes a Sudán, El Salvador, Guatemala, Vietnam y Honduras la convirtieron en un icono de la filantropía.