Niños abandonados: sus madres los dejaron en cajas de cartón, llanteras y hospitales

EL HERALDO Plus llegó adonde están cientos de niños y niñas que solo han visto el rostro de su madre una vez, cuando nacieron, pero que jamás la recordarán porque fueron abandonados y nadie volvió a preguntar por ellos

Estos gemelitos fueron abandonados por su madre en un hospital de Honduras, su madre se fue de la sala y no regresó. Hoy están bajo en cuidado del Estado, sin saber si algún día volverán a ver a su madre.

lun 27 de febrero de 2023 a las 0:0

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TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La pequeña Luz (nombre ficticio en cumplimiento a los derechos de la niñez) tiene una sonrisa hermosa, sus dientes blancos se dejan lucir a cada momento y su rostro contagia alegría, no parece que a esta recién nacida la dejaron abandonada en una llantera en ciudad de Catacamas, Olancho, al nororiente de Honduras.

Mientras jugaba con otros niños, muchos en su misma condición, el personal de la casa hogar donde habita, al nororiente de Francisco Morazán, dijeron que ha estado bien de salud y creciendo fuerte, pero hasta la fecha no ha aparecido ningún familiar, ni su madre. Ya fue declarada en abandono.

El equipo de EL HERALDO Plus llegó adonde están esos cientos de niños y niñas que solo han visto el rostro de su madre una vez, cuando nacieron, pero que jamás la recordarán, porque fueron abandonados y nadie volvió a preguntar por ellos.

Las historias son desgarradoras, a pesar que son hermosas criaturas, inocentes y con grandes capacidades, con la desgracia de que quienes decidieron traerlos al mundo les dieron la espalda, los dejaron a la mano de Dios, en la sala helada de un hospital, en las calles oscuras o en una caja cerca de un basurero.

Datos proporcionados por la Dirección de la Niñez Adolescencia y Familia (Dinaf) a EL HERALDO Plus revelan que hasta mediados del mes de febrero de 2023 habían sido declarados en abandono 195 menores, de los que no han hallado a sus madres, padres u otro familiar.

Todos estos pequeños son unos héroes protegidos por su capa de inocencia, con ganas de vivir, no saben qué fue de sus padres, posiblemente en el recorrido de la vida se den cuenta o quizás nunca los conozcan.

Génesis —nombre ficticio—, por ejemplo, es una ternura, fue abandonada por su madre en un hospital, nació de siete meses y solo pesaba una libra, porque tenía problemas de nutrición.

$!Las inocentes criaturas van creciendo en hogares temporales mientras les encuentran la familia, los entregan en adopción y hacen del refugio su hogar para siempre.

Dos meses después fue llevada al hogar de protección cuando pesaba cuatro libras. Hoy nadie ha preguntado por ella, “está en abandono total”, expresó con tristeza Eva Barahona, administradora general de un centro en la carretera hacia Olancho, quien también fue rescatada y se quedó en el sitio colaborando.

Declarados en abandono

El registro de niños abandonados proporcionado por la Dinaf está dividido por región, evidenciando que en la zona norte es donde más dejan a los pequeños angelitos botados.

Hasta mediados de febrero se habían contabilizado 95 menores, los que ya fueron declarados en abandono, de estos 45 son niñas y 50 varoncitos.

Le sigue la región centroriente, con 32 infantes (15 niñas y 17 niños); luego la de occidente, con 27 menores (12 pequeñitas y 15 chiquitines).

En la región central tienen 21 menores ya declarados en abandono, 11 son niñas y 10 varoncitos; en Atlántida hay 12, 6 niños e igual número de niñas; y 8 en la zona sur de Honduras, que son 6 bebitas y 2 varoncitos.

La Dinaf estima que tiene bajo su cargo a 6,000 niños rescatados, muchos no tienen madre ni padre o un familiar cercano, pero para declararlos en abandono hay que esperar cerca de un año, porque antes hay que buscar a toda costa a un pariente.

Dormido profundamente en los brazos de una “tía”, así le llaman a las cuidadoras, llegó un pequeñito de 9 días de nacido a un centro de paso de la capital.

Es de explicar que en estos centros de paso de la Dinaf los menores solo están unos días, ya que después de hacer las evaluaciones buscan la casa hogar donde estén mejor cuidados de acuerdo a sus condiciones.

Las casas hogares son centros tercerizados y, según el acuerdo 05-A-2018 de la Dinaf, en su artículo 1, hasta el 2021 establecía un pago de parte del Estado de 3,000 lempiras para quienes tengan a su cuidado niños menores de cinco años de edad.

Asimismo, un pago de 3,500 lempiras para quienes reciban a su cuidado niños de cinco años y un día de edad en adelante, adicionalmente se autorizará un pago de 3,000 lempiras a personas que tengan bajo refugio infantes con condiciones especiales que requieran asumir gastos adicionales.

Estos datos, según las autoridades de la Dinaf han sido actualizados, pero no proporcionaron los nuevos montos de pago.

Entre esos cientos de casos de abandono hay historias donde el menor fue abandonado una vez vino al mundo.

El pequeño no tenía nombre, su piel estaba tiernita y con fuerza presionaba con sus dedos rosaditos a todo el que le acercara la mano para saludarlos con un gesto de ternura.

Las autoridades de la Dinaf solo contaban con los datos que la mamá lo había dejado en el Hospital Escuela, su nombre y una supuesta dirección falsa, antes de decir que iba al abaño para no volver jamás.

La criatura quedó en la incubadora del hospital, esperando el abrazo de la mujer que lo trajo a la vida, ser amamantado por primera vez o recibir un beso con ese incomparable amor materna, pero nada de eso fue posible, en la sala no la volvieron a ver.

Varios brazos lo cargaron antes de dejarlo en el centro de paso, allí una de las “tías” le dio un pepito, le cambió el pañal y la ropita mientras discutían si lo nombraban José o Jesús, porque al no tener madre ellos le seleccionan uno, generalmente son bíblicos.

$!Este pequeñito de nueve días de nacido fue dejado en el Hospital Escuela por su madre, ahora Dinaf lo tiene bajo su cuidado.

Protegidos

“Yo soy el negrito de ojos claros como Ozuna...”, le decía la “tía” a uno de los gemelos recién nacidos, que los identificaban por el tamaño de la nariz, mientras al otro también le hablaba chiquito y le decía: “Yo tengo muchas novias, mami...”.

“Hay uno tranquilo que no molesta, solo cuando tiene hambre llora por el pepe, pero el otro es más inquieto, si está cerca le quita el gorrito o le jala la ropita al hermano y si el otro llora él también”, dijo entre risas la amorosa “tía” que pasa pendiente ellos.

Los gemelos tenían menos diez días de nacidos y fueron enviados a una casa hogar al sur de Francisco Morazán, donde la directora ya les habían puesto nombre a cada uno.

“Les pusimos Jacob y Esaú”, como los hermanos del Antiguo Testamento de la Biblia, para que tengan un nombre y poder diferenciarlos, le dijo la directora a las autoridades de la Dinaf.

Sin embargo, las autoridades a cargo ya habían escogido un nombre para cada uno para la inscripción en el Registro Nacional de las Personas (RNP), usando los datos que dejó la madre al momento de dar a a luz en el hospital.

Elsa Álvarez, directora ejecutiva del centro donde están los gemelos, expresó que muchos de los niños que ellos reciben son recién nacidos —a veces son un poco más grandes—, porque los han dejado abandonados y les vulneran sus derechos.

Explicó hay niños que son dados en adopción siguiendo todo el proceso de la Dinaf, pero muchos no encuentran a la familia y se quedan con ellos, haciendo del centro su hogar, hasta que llegan a una edad adulta.

“Los niños con nosotros viven como una gran familia, tenemos personal técnico encargado con muchos profesionales, cuidadoras y educación, ya que aparte de dinero que da Dinaf hay una fundación de Estados Unidos que nos apoya”, expresó.

Para despistar a las autoridades, hay madres que se van a tener a los bebés a otras ciudades, una vez que dan a luz los dejan abandonados.

Algunas son jovencitas que han salido embarazadas y se lo ocultaron a sus padres o parejas. Otras es que no quieren hijos o simplemente no los pueden mantener y prefieren dejarlo a la deriva, para que el Estado se haga cargo de ellos.

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