En los centros de salud esperan orden para aplicar vacuna contra el dengue
Mientras Salud asegura que la vacunación sigue, directores de centros de salud afirman que no tienen dosis, instrucciones ni acceso para vacunar fuera del sistema educativo público
- 14 de agosto de 2025 a las 23:30
Tegucigalpa, Honduras.— Aunque la Secretaría de Salud afirma que la campaña de vacunación contra el dengue sigue en marcha y que no existe riesgo de pérdida de dosis, en los centros de salud de la capital el panorama es distinto: el personal permanece a la espera de instrucciones para reanudar las jornadas de inmunización.
EL HERALDO Plus pudo constatar de que no hay dosis disponibles ni instrucciones claras. Tampoco existe el acceso para la población fuera del sistema educativo público.
“No, no sabíamos que estaban disponibles las vacunas. En realidad, nosotros no las tenemos. Están en la Metropolitana”, aseguró, bajo anonimato por temor a represalias, uno de los directores de centro de salud consultados por este rotativo.
El testimonio contradice las declaraciones de la directora del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI), Xiomara Erazo, quien afirmó que: “Las vacunas ya fueron distribuidas, ya están disponibles. La vacunación continúa en las escuelas, y si no se completa en la región metropolitana, se ampliará a otras zonas con alta incidencia de dengue”.
Sin embargo, lo que los responsables de centros de salud ven desde el terreno es una campaña paralizada, sin acceso directo a las vacunas Qdenga, adquiridas en junio de 2024 mediante el contrato oficial No. 835-SPG-2024.
Una investigación de EL HERALDO Plus reveló que Honduras adquirió en ese mes un lote total de 53,460 dosis, de las cuales más de 34,500 permanecían en almacenamiento hasta inicios de agosto de 2025, a menos de tres meses de su vencimiento, es decir, en noviembre.
Sin embargo, este equipo periodístico comprobó, mediante un recorrido y entrevistas entre junio y julio, que la campaña de inmunización no lograba llegar a la meta trazada y que las brigadas de vacunación se habían detenido.
Cada dosis cuesta 32 dólares, unos 844 lempiras, lo que representa una inversión total de más de 28 millones de lempiras y que estaría en riesgo de perderse lo equivalente a 18 millones.
La vacuna está indicada para niños de 6 a 16 años, pero actualmente solo se aplica en escuelas públicas, lo que excluye a miles de menores de escuelas privadas o fuera del sistema escolar.
La mayoría de entrevistados indicaron que están a la espera de los biológicos y de una orden para reactivar la campaña. “Solo está disponible para escuelas públicas. No hemos recibido una segunda orden para aplicar fuera de las escuelas. La vacuna es para niños de 6 a 16 años”, explicó otro director de centro de salud.
Los centros de salud no solo desconocen el paradero de las dosis, sino que tampoco participan directamente en su manejo.
“Las vacunas no están en los centros de salud. Nos las entregan únicamente para llevarlas a las escuelas. Pero ya las estamos solicitando para que se autorice su uso general, para todo el público. Seguimos esperando respuesta”, sostuvo otro funcionario.
Este escenario no es aislado. Varios responsables de centros de salud del Distrito Central reportan la centralización de las dosis, falta de comunicación oficial y ausencia de una estrategia nacional para ampliar la cobertura, pese al riesgo inminente de vencimiento.
“Pedimos que se libere ya al sistema completo. Que se deje para todo el público, no solo escuelas”, insistió otro entrevistado.
Por su parte, el exviceministro de Salud, Roberto Cosenza, calificó la situación como un posible caso de negligencia administrativa y penal. A su juicio, el problema no solo es logístico, sino estructural.
“Aplicaron el 35% en tres meses. ¿Cuánto más tiempo necesitan para aplicar el resto? Esto no es planificación. Usted no puede comprar vacunas así porque sí. Debe haber una justificación técnica basada en las necesidades del país”, declaró a EL HERALDO Plus.
Para Cosenza, la responsabilidad última recae sobre la ministra de Salud, Carla Paredes, quien —dice— debió haber vigilado el cumplimiento del contrato y el uso eficiente de los biológicos.
“La ministra es la máxima autoridad. Ella es el paraguas de todo esto. Si deja que se venzan medicamentos, eso también es un delito. Hay que investigar quién autorizó esta compra, bajo qué criterios y por qué no se ha ampliado la vacunación”, externó.
Hasta ahora, la Secretaría de Salud no ha anunciado una estrategia para distribuir las vacunas a través de los centros de salud o incluir a más población beneficiaria.
Esto, a pesar de que Honduras cerró 2024 con más de 200,000 casos de dengue y más de 200 muertes, según cifras oficiales.