Peligran 18 millones de lempiras en vacunas contra el dengue

Más de 34,000 vacunas Qdenga (contra el dengue) caducan en noviembre. Incluso si se aplican en agosto, el esquema requiere una segunda dosis tres meses después, sobrepasando la fecha de vencimiento

  • 13 de agosto de 2025 a las 23:30
Peligran 18 millones de lempiras en vacunas contra el dengue

Tegucigalpa, Honduras.— A casi tres meses de su vencimiento, alrededor de 34,500 dosis de la vacuna contra el dengue Qdenga todavía permanecen almacenadas en la bodega de la Región Metropolitana de Salud (RMS), ubicada dentro del centro de salud Dr. Alonso Suazo, en el bulevar Suyapa, frente al Estadio Nacional.

Su valor supera los 18 millones de lempiras y, si no se aplican antes de noviembre, Honduras perderá una inversión pública ya ejecutada. Este equipo de investigación llegó hasta el lugar.

El portón estaba cerrado, mientras que en la Región Metropolitana negaron toda información sobre el estado y el destino de las vacunas. No hubo acceso ni explicaciones.

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Documentación oficial en poder de EL HERALDO Plus confirma que las dosis forman parte de un lote de 53,460 vacunas adquiridas en junio de 2024 mediante el oficio No. 835-SPG-2024, por un valor aproximado de 28.1 millones de lempiras. Cada unidad costó 32 dólares (más de 800 lempiras).

Las vacunas ya están pagadas, pero su aplicación se interrumpió sin causa pública conocida. Según la solicitud de información SOL-SDS-5200-2025, el plan original contemplaba inmunizar a 25,000 niños y adolescentes del Distrito Central en 74 escuelas públicas, con la aplicación de dos dosis.

Vacunación interrumpida

Tras una primera jornada limitada y una segunda aplicada solo a quienes ya habían sido vacunados con la dosis inicial, el programa fue detenido sin anuncio oficial, sin plan alternativo y sin constancia de un cronograma de reactivación.

25,000

niños

de la capital se debían vacunar en el plan piloto

Una fuente técnica de la Secretaría de Salud, que accedió a hablar bajo condición de anonimato, confirmó que “la campaña fue interrumpida por falta de logística y presión interna para priorizar otros programas con mayor visibilidad política”.

Según el informante, brigadas completas estaban listas para salir a finales de 2024, pero fueron desactivadas por falta de viáticos y ausencia de coordinación interinstitucional.

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La doctora y diputada Suyapa Figueroa calificó la situación como “un reflejo de desorganización estructural y falta de voluntad política”.

Recordó que la vacuna estuvo disponible desde finales de 2024, pero su aplicación inició hasta marzo de 2025, demasiado tarde para completar el esquema.

“No hubo liderazgo, ni claridad, ni seguimiento. Lo que se hizo fue apenas simbólico”, afirmó en entrevista con este equipo.

Durante semanas, este equipo solicitó entrevistas a funcionarios de la Secretaría de Salud y de la Región Metropolitana del municipio. Nadie aceptó responder. No existe información pública sobre un plan de contingencia. Tampoco hay actas ni comunicados que justifiquen la suspensión.

El doctor Dennis Castro Bobadilla, experto en salud pública y exintegrante de campañas de erradicación del sarampión, fue categórico: “Esto no es solo negligencia institucional. Es un posible delito. Las vacunas tienen fecha de vencimiento. Si se pierden, alguien debe responder. Ya se gastó ese dinero. Es dinero público. Es salud pública”.

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También criticó la inacción: “El Estado tiene todos los canales para promover campañas. Pero no los usa para esto. Los usa para propaganda política. Hay televisión, radio, redes sociales... pero no hubo información. Sin promoción no hay prevención”.

Samuel, un niño de 7 años, fue el rostro oficial de la campaña. El 24 de marzo, alzó el brazo frente a las cámaras, recibió la inyección y fue celebrado en redes sociales. Globos, aplausos y discursos, acompañaron esa mañana.

Samuel fue el primer niño en recibir la vacuna contra el dengue en Honduras. El doctor Javier Almendarez le suministró la Qdenga.

Sin embargo, la mayoría de las escuelas nunca vieron llegar una brigada, según constató EL HERALDO Plus en un recorrido y a partir de consultas con padres de familia y docentes.

Registros oficiales indican que se planificó usar 74 escuelas como puntos de vacunación en Tegucigalpa y Comayagüela, coordinadas con nueve centros de salud.

En la jornada inicial del 24 de marzo solo se aplicaron 9,473 dosis. No hay evidencia de expansión posterior. El 26 de junio se realizó una segunda jornada únicamente para completar esquemas ya iniciados.

Según cálculos de este medio, el total aplicado no superó las 18,946 dosis. Más de 34,000 permanecen sin uso. En visitas realizadas a cinco centros educativos del listado oficial, se comprobó que no hubo seguimiento sostenido.

Y al ingresar a una escuela, se pudo comprobar que se estaba aplicando la segunda dosis de una vacuna.

Se le solicitó al personal de Salud verificar los frascos, los cuales indican una fecha de vencimiento de “11/2025”, es decir, noviembre de 2025.

La información coincide con la proforma de estimación de precios emitida por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), donde el organismo señala, citando las especificaciones del proveedor, que las vacunas a adquirirse tenían un plazo de caducidad de 18 meses.

En ese sentido, debieron comenzar a aplicarse desde su llegada al país, en octubre de 2024, para asegurar su uso antes del vencimiento y evitar que quedaran sin aplicar a tiempo.

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Los directores no recibieron instrucciones claras, los docentes no fueron capacitados y los padres recibieron únicamente una hoja para firmar, sin explicación.

“Nos pidieron una autorización, pero no explicaron nada. Si uno no entiende, es normal tener miedo”, dijo una madre en la colonia 30 de noviembre.

Un director de un centro educativo en la colonia Tiloarque fue más directo: “Nadie vino. Nadie capacitó. Solo mandaron papeles. Así no se convence a nadie”.

La falta de información se agravó por la desconfianza generada durante la pandemia por campañas antivacunas.

“Después de lo del COVID, hay muchos rumores. Que matan, que alteran el ADN... Nadie vino a desmentir nada”, advirtió un docente en La Kennedy.

Los médicos de los colegios visitados indicaron que ellos tuvieron que investigar por su propia cuenta, ya que la capacitación dada por el personal de Salud fue nula o escasa.

“La verdad solo nos dijeron que la vacuna era para prevenir el dengue. Aunque no tuvimos reportes, siempre nos pusimos a investigar sobre efectos secundarios para saber cómo tratar a nuestros estudiantes”, declaró una doctora.


Vacuna contra el dengue

EL HERALDO Plus también obtuvo el reporte detallado sobre la aplicación de la primera dosis del inmunizante.

La mayor cobertura de la campaña se registró en el Centro de Educación Básica (CEB) Rafael Pineda Ponce, con 415 niños vacunados, y en el Instituto Jesús Milla Selva, con 397.

Con una alta cuota también figuran los centros educativos Santa Clara de Asís, Buena Vista Figueroa, Juan Ramon Molina y República Federal de Alemania.

La distribución por sexo fue equilibrada: se registraron 4,683 inmunizados del sexo masculino y 4,693 del femenino. El grupo etario más beneficiado en el plan piloto fueron los niños de 8 a 9 años, con casi 2,400 vacunados, lo que representa el 25% del total.

Qdenga, producida por el laboratorio japonés Takeda, fue aprobada en 2022 por la Agencia Europea de Medicamentos y otros organismos regulatorios en Asia y América Latina.

A través de la OPS/OMS, la Sesal compró las 53,000 dosis de Qdenga.

Es la primera vacuna contra el dengue que no requiere infección previa, a diferencia de Dengvaxia, que solo era segura para personas previamente infectadas. Qdenga protege contra los cuatro serotipos del virus y, según The Lancet, reduce más del 80% de hospitalizaciones y el 90% de casos graves.

En un país como Honduras, que en 2024 registró más de 200,000 casos confirmados y 200 muertes por dengue, su aplicación no es opcional. Es una urgencia sanitaria que requiere logística, brigadas, comunicación y liderazgo institucional.

Pero, nada de eso ocurrió. Mientras países como Brasil y Argentina aplicaron cientos de miles de dosis en campañas escolares con brigadas móviles y promoción comunitaria, Honduras detuvo su intento inicial sin explicación ni plan de rescate.

EL HERALDO Plus solicitó al personal del TSC información sobre auditorías al programa de vacunación. Hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.

Cada día que pasa sin brigadas, sin información clara y sin un plan de acción, es una vacuna menos aplicada, un niño menos protegido y dinero público desperdiciado.

Si en noviembre estas dosis caducan, alguien deberá rendir cuentas, porque la inmunización completa de un menor requiere las dos dosis de Qdenga, administradas con tres meses de diferencia. Esto demanda planificación, seguimiento y coordinación activa.

La mayoría de los países que han aplicado la vacuna —como Brasil, Tailandia y Argentina— han estructurado sus campañas sobre modelos comunitarios activos, con brigadas en barrios, escuelas y alianzas con gobiernos locales.

Los nombres de quienes autorizaron la compra, suspendieron la campaña y guardaron silencio, constan en documentos oficiales y deberán hacerse públicos.

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